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El regulador de EE UU y la operadora discrepan sobre las cuentas de 2009 por el impacto de China Unicom

La SEC marea a Telefónica con requerimientos de información

Repsol se fue de la Bolsa de Nueva York harta de los requerimientos de información de la SEC. Ahora es Telefónica la más interpelada por el regulador estadounidense, que cuestiona la contabilización de su alianza con China Unicom.

Entre septiembre del año pasado y enero del ejercicio actual, el presidente de Telefónica , César Alierta, recibió cuatro cartas con un membrete muy especial: el del regulador de la Bolsa estadounidense (la SEC, por sus siglas en inglés). Y todas ellas con un mismo objetivo: recabar explicaciones sobre la forma de contabilizar el intercambio de participaciones que se firmó con China Unicom en septiembre de 2009, ya que las cifras y la metodología de Telefónica no cuadraban con las de la SEC y podían afectar a sus resultados.

Las cartas no se repitieron porque Telefónica dejara de contestarlas. Al revés, la operadora respondió puntualmente a todas las dudas de la SEC. Lo que motivó la reiteración de misivas, a las que ha tenido acceso este diario, fue que el regulador tardó en quedar convencido y pidió una y otra vez la misma explicación a Telefónica.

¿Capacidad de influencia?

La primera interpelación de la SEC tenía dos objetivos: indagar en qué fecha y con qué método se había contabilizado el intercambio de acciones pactado en septiembre de 2009 con China Unicom, y preguntar por qué consolida a esta compañía, a Portugal Telecom, a Hispasat y a Telecom Italia por puesta en equivalencia cuando tiene menos del 20% del capital de cada una de ellas.

Esta primera carta del 2 de septiembre exigía una respuesta en 10 días, pero alguna llamada y explicación escrita intermedia permitieron dilatar la contestación hasta entrado octubre.

Una prueba superada

En su respuesta, Telefónica consiguió convencer a la SEC de su capacidad para consolidar por puesta en equivalencia China Unicom, Portugal Telecom, Hispasat y Telecom Italia por su influencia significativa en ellas. La SEC se dio por satisfecha y no volvió a preguntar sobre el tema.

Pero los argumentos sobre la forma de contabilizar el intercambio accionarial con China Unicom no corrieron la misma suerte. Telefónica envió su explicación al regulador estadounidense el 7 de octubre; el 21 de ese mes, César Alierta tenía otra carta encima de la mesa. ¿Con qué requerimiento? Información adicional sobre la contabilización de China Unicom.

El principal motivo de discordia entre la SEC y Telefónica es que la operadora considera el acuerdo por el que China Unicom entró en el capital de Telefónica y esta se reforzó en el de su socia asiática como un instrumento de patrimonio, cuando el regulador de EE UU cree que se trata de un activo o pasivo financiero. La SEC se basa en que se trata de acciones, de una participación en el capital, así que su valor está expuesto a las variaciones en la cotización de China Unicom y en el tipo de cambio.

La compañía presidida por César Alierta volvió a explicárselo en una carta fechada el 26 de noviembre. Esta vez dedicó más espacio y esfuerzos a convencer a los responsables de esta materia en la SEC. Pero, otra vez, éxito nulo. El 22 de diciembre, dos días antes de Nochebuena, Alierta volvía a tener otra carta encima de la mesa.

Estrategia alternativa

Esta vez Telefónica optó por un plan B. Ante las afirmaciones de la SEC de que su criterio era incorrecto, la española se reafirmó en su posición. Sin embargo, concedió que varias opciones podían ser posibles y centró su argumento en las consideraciones prácticas de tal distinción. Según los cálculos de Telefónica, contabilizar el intercambio de acciones con China Unicom como un instrumento de patrimonio habría alterado sus beneficios de 2009, sí, y un cambio de criterio obligaría a reformular esas cuentas, pero el impacto iba a ser tan limitado que casi no merecía la pena el esfuerzo.

De hecho, el ajuste supondría una reducción de 76,3 millones de euros en el beneficio neto de 7.776 millones conseguido por la operadora en 2009. "Un 0,98% de la ganancia", recalca varias veces Telefónica en su contestación.

Al final, este argumento consiguió convencer a la SEC. Alierta recibió otra carta el 24 de enero, pero en ella la SEC le daba una buena noticia. El regulador había completado la revisión de las cuentas anuales de Telefónica de 2009 (más de un año después de cerrar el ejercicio) y "de momento" no tenía más requerimientos que hacer.

Una polémica muy larga

En general, una controversia tan larga con la SEC no es tradicional. El regulador inquirió a Telefónica alguna aclaración en 2009 sobre sus cuentas de 2008, pero bastó con una explicación para cerrar el caso. Lo mismo le ha sucedido al BBVA. La operadora, sin embargo, considera que lo sucedido en los últimos meses no es excepcional. Cada tres o cuatro años, según la operadora, la SEC está obligada a hacer una revisión de las cuentas y no es raro que tarde en convencerse de determinados aspectos.

Sin embargo, Repsol vivió una fuerte polémica con la SEC a cuenta de sus reservas de crudo. Duró varios años y ha sido una de las razones por las que la petrolera ha decidido dejar de cotizar en la Bolsa de Nueva York, ya que así no tendrá que reportar a la SEC. Fuentes del mercado aseguran que se trata de un caso especial, provocado por la vigilancia que tiene el regulador sobre las petroleras, y que no tiene por qué repetirse con otras empresas españolas.

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