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Radiografía de la caja

El crecimiento sin control condena a la CAM

Las cifran lo dicen casi todo. Caja Mediterráneo (CAM) ha más que duplicado su balance en los últimos cinco años, hasta situar su activo en unos 74.000 millones de euros a septiembre de 2010. Un crecimiento sin control que la había convertido en la cuarta caja de ahorros y octava entidad financiera de España. Ahora tendrá que pagar la factura. O, mejor dicho, el FROB.

La costa mediterránea ha sido víctima en las últimas décadas de una explotación inmobiliaria devastadora. Benidorm es la mejor prueba. El frenético crecimiento de la caja alicantina ha estado inexorablemente unido a la burbuja del ladrillo. El 22% de su cartera de créditos estaba destinado a promoción, según los datos del primer semestre de 2010.

La eventual nacionalización de Caja Mediterráneo supondría la caída de un gigante con pies de barro y un descrédito para la confianza en el sistema financiero español. Antes del proceso de mutación del sector financiero, la CAM llegó a convertirse en la cuarta caja de ahorros por volumen de activos, sólo por detrás de La Caixa, Caja Madrid y Bancaja. Es más, era la octava entidad del país, superando a bancos cotizados como Bankinter y Banco Pastor.

Las formas de la ruptura de Banco Base son especialmente sangrantes. El Sistema Institucional de Protección (SIP) que la CAM creó junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura data de mayo del año pasado. Después de más de un año negociando, el grupo ha saltado en mil pedazos en el último minuto.

Los exsocios de Banco Base pusieron el grito en el cielo al comprobar los datos de la CAM al cierre de 2010. Los datos públicos proporcionados por la caja alicantina revelan un intenso y casi instantáneo deterioro de sus ratios. Su tasa de morosidad casi se había duplicado en cuestión de tres meses desde el 5,2% del 30 de septiembre hasta rozar el 9% a cierre del ejercicio. ¿Qué ha pasado ahí?

La CAM, en Bolsa desde julio de 2008 a través de las cuotas participativas, presumía en sus presentaciones trimestrales ante la CNMV de una situación poco menos que envidiable. "Mora y cobertura mejor situados que la media del sector", titulaba una de las diapositivas de la presentación enviada al supervisor el pasado 28 de febrero.

La entidad presidida por Modesto Crespo aseguraba también que disponía de un exceso de recursos propios sobre requerimientos de 1.500 millones de euros... Por entonces, ya se conocía de sobra el plan del Gobierno para devolver la confianza al sistema financiero español, que exige una ratio de capital principal del 10% para casi todas las cajas de ahorros. Ahora, la CAM reconoce que tendrá que ser rescatada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para poder cumplir.

La credibilidad del sistema financiero está en juego. Las cuotas participativas de la caja, que hasta ahora ni se inmutaban en Bolsa, han abierto con una caída en el entorno del 5%. Los pequeños inversores, a los que se vendió el 69% del total colocado en la OPS, son los que salen perdiendo. En cambio, los clientes con cuentas y depósitos en la entidad no tienen nada que temer, sus depósitos están asegurados.

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