El futuro en Sacyr tras la escalada de Carceller
Sacyr cuenta desde el pasado viernes con la figura emergente del empresario canario Demetrio Carceller en su consejo de administración. Su ascenso en el capital, hasta el 12,9% de forma directa (15,7% indirecto), le otorga el papel de primer accionista y pone distintas posibilidades en juego sobre el futuro de la compañía. Hasta ahora han dirigido la gestión los ingenieros de caminos Del Rivero, Loureda y Manrique. La mayoría añadirían a esa lista de influyentes al inversor Juan Abelló. Pero pocos destacaban el papel del licenciado en Empresariales Carceller, de 49 años y presidente del grupo canario Disa.
Tras sindincar sus acciones en febrero con la participación de la constructora Satocán (2,8%), Carceller tiene un peso en el accionariado que le ha llevado a abandonar su perfil bajo para sacar la cabeza y pedir un tercer sillón en el consejo. æpermil;ste se sumará al que ocupa el propio Carceller y al que tiene Juan Miguel Sanjuán Jover como presidente de la citada Satocán. Todo, a la vista de que en Sacyr han aceptado en la jornada de hoy.
La apuesta de Disa es rotunda. Acaba de hacer caja vendiendo un 10% de CLH a un grupo de fondos por 360 millones, tras lo que ha adquirido cuatro gasolineras de BP en Ceuta y se ha dejado unos 95 millones en la compra de 11,9 millones de títulos de Sacyr, equivalentes al 2,9% del capital. Al parecer, el movimiento cogió por sorpresa en la constructora.
Evidentemente, le quedan euros para seguir subiendo, pero ya con el citado 15,7% quiere tener un consejero más que el presidente Del Rivero (dos consejeros con el 13%), la familia Loureda (dos consejeros con un 13%) y el vicepresidente Abelló (dos consejeros con el 9,6%).
En el mercado se valora el contexto en que se enmarca el movimiento de Disa. Todo apunta a que Sacyr recuperará en la próxima junta de accionistas del mes de mayo su política de dividendos, tras suspenderla en 2009 para compensar las pérdidas de 2008. Una segunda clave tiene que ver con la participación de Sacyr en Repsol. Con el 20,01% de la petrolera, la constructora es su primera accionista y cuenta con tres puestos en el consejo (Rivero, Abelló y Loureda Mantiñán). De bastante atrás viene la solicitud de un cuarto representante en el órgano de decisión que preside Antonio Brufau. ¿Podría ser Carceller?
Por los negocios de Disa como distribuidora de Cepsa, Shell o BP, dependiendo del territorio, el canario tendría a día de hoy una supuesta incompatibilidad con Repsol. La misma razón que ya le sacó del consejo de Cepsa en 2005. Pero a este empresario no le falta un puesto en un consejo de relumbrón, más allá del de Sacyr. Figura como dominical en el de Gas Natural, donde Repsol controla el 30,8% del capital. Así, se podría decir que Carceller es el representante de Sacyr en la energética.
En todo caso, cada vez tiene más que decir, desde su posición en Sacyr, sobre la estrategia a seguir en la petrolera. Máxime cuando el grupo constructor se encuentra ante la tesitura de aplazar o refinanciar un crédito de 5.000 millones para continuar en Repsol (tesis que parece defender el presidente Del Rivero) o, por el contrario, ante una cercana oportunidad de venta a la vista de que la acción de la petrolera (al cierre de ayer en 24,36 euros) se acerca al valor de entrada de Sacyr en 2006 (26,7 euros por título).
De vuelta a la cuestión sobre si se está fraguando el relevo de Luis del Rivero, con 62 años de edad el primer ejecutivo del grupo no ha dado síntoma alguno de querer pasar a la segunda línea de fuego. Más bien asiste a la recuperación del beneficio en su empresa (Sacyr ha cerrado 2010 con un beneficio de 204 millones), a la ejecución de notables proyectos internacionales, entre los que destaca la ampliación del canal de Panamá, y al rearme de su división de concesiones, tras la venta de Itínere. Los tiempos de máxima tensión que vivió la empresa con su deuda quedan atrás y, a día de hoy, los bancos parecen presionar menos. Del Rivero, según fuentes próximas, está encantado con que sus accionistas apuesten por Sacyr.
Sobre aliados del presidente en el consejo, y accionistas menos afectos, en Sacyr debe depender de cada cuestión a tratar. En teoría, Del Rivero suele estar alineado con el consejero delegado Manuel Manrique y con José Manuel Loureda, con quienes fundó Sacyr en 1986 (el cuarto fundador fue Félix Riezu). Los tres suman algo más de un 32% del capital. A lo que se sumará próximamente un 11% en manos de dos nuevos inversores: el constructor José Moreno y el grupo empresarial murciano Fuertes, a quienes se han prometido sendos puestos en el órgano de decisión.
Junto a ese 43% se sientan inversores de perfil más financiero. Un grupo de cajas con el 12,7% del capital; Juan Abelló, propietario del 9,6%, y Disa más Satocán, con el 15,9%. Total: 38,2%. No falta quien anuncia una batalla interna por el poder.
Demetrio Carceller advirtió el pasado viernes que su participación en Sacyr es puramente financiera, pero, a la vista de sus exigencias en el consejo, parece tener un guión definido para llegar a la junta de mayo con un papel de actor principal. ¿Habrá nuevo culebrón en Sacyr? De momento, a Disa le han dicho que le corresponde el tercer sillón y desde el entorno de los accionistas canarios se trata de rebajar la tensión. Aseguran que no habrá guerra.