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El juez que tramita el proceso de Clesa se cuestiona su competencia

Nueva Rumasa solicita el concurso voluntario de cuatro bodegas jerezanas

Nueva Rumasa solicitó ayer el concurso de acreedores de cuatro de sus bodegas jerezanas y de su firma distribuidora. De esta forma ya son 11 las empresas de los Ruiz-Mateos que han solicitado el proceso concursal. El juez que debe decidir el concurso de Clesa planteó ayer una "posible falta de competencia territorial" al estar su sede en Madrid

Nueva Rumasa solicita el concurso voluntario de cuatro bodegas jerezanas
Nueva Rumasa solicita el concurso voluntario de cuatro bodegas jerezanas

Ya son 11 las empresas de la familia Ruiz-Mateos que han solicitado el concurso de acreedores voluntario. Nueva Rumasa lo instó ayer ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz para sus bodegas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, así como para la distribuidora de bebidas Unión de Grandes Bodegas.

Hasta el momento, los jueces solo han declarado en suspensión de pagos a la firma de postres Dhul -en Granada- y al fabricante de zumos y conservas vegetales Carcesa -en Badajoz- de cuya gestión ha sido apartada la familia Ruiz-Mateos.

Siguen pendientes de admisión a trámite los concursos de Clesa, Cacaolat, Queserías Menorquinas (dueña de la marca Tranchettes) e Hibramer, presentados en diferentes juzgados.

La división de bebidas cuenta con otras firmas que, de momento, quedan fuera del proceso concursal: Marqués de Campo Noble (Rioja) y Marqués de Olivara (Toro) -ambas están en preconcurso-; Vinícola Soto (Cádiz), y Cavas Hill (Cataluña).

Entre los acreedores del negocio de las bebidas figura la cooperativa Virgen de La Caridad de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que en 2009 vendieron a la familia Ruiz-Mateos Bodegas Caydsa -renombrada como Teresa Rivero- por 12 millones. Hasta el momento, han recibido 600.000 euros de esta operación, que recogía fraccionar el pago "en diez años y sin intereses".

Las cuatro bodegas que han presentado el concurso suman una plantilla de más de 300 trabajadores. Los sindicatos instan a los jueces a retirar a la familia Ruiz-Mateos la gestión de las bodegas si se acepta su concurso.

Mientras, se complica la suspensión de pagos de Clesa. Ayer, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra advirtió de su "posible falta de competencia territorial" para llevar adelante el concurso de acreedores de la empresa láctea, según reconocía ayer el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Nueva Rumasa presentó el concurso en Pontevedra a pesar de que su sede social está en Madrid y fue en la capital donde pidió el amparo del preconcurso de acreedores. La empresa tiene desde ayer un plazo de 10 días para decidir si traslada el concurso a Madrid.

Ruiz-Mateos alega enfermedad para no declarar por fraude

El patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, no acudió ayer a declarar como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid que investiga presuntos delitos fiscales en la gestión del Rayo Vallecano.Alegó una lumbalgia que le impide salir de su domicilio. Sí acudió su hijo, Javier Ruiz-Mateos Rivero, que declinó informar a la prensa sobre su declaración ante el juez. La investigación se centra en un presunto delito de alzamiento de bienes en relación a los ingresos que generó la publicidad de la marca Clesa, una de las empresas de los Ruiz-Mateos que ha solicitado el concurso de acreedores voluntario. Según las cuentas de Rayo Vallecano, sus principales acreedores son Hacienda y la Seguridad Social, que reclaman 21,68 millones euros al club, correspondientes a los ejercicios comprendidos entre 2004 y 2008.

La cifra

300 trabajadores integran la plantilla de las cuatro bodegas jerezanas que han solicitado el concurso de acreedores voluntario.

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