Babcock, en puertas de la liquidación, readmite a 258 trabajadores por un auto del Supremo
Los administradores concursales de Babcock Power, bajo tutela judicial desde hace tres meses tras declarar un pasivo exigible de 73 millones de euros, se han encontrado un nuevo escollo para proceder a una liquidación ordenada de la sociedad.
El fabricante vasco de bienes de equipo ha enviado la semana pasada sendas cartas a 258 trabajadores, que salieron de la empresa por mediación de un ERE aplicado en 2004, para que se reincorporen a sus puestos de trabajo, en una decisión adoptada tras una reciente sentencia del Tribunal Supremo en el que se anulaban los despidos.
El auto del alto tribunal, que afecta incluso a trabajadores ya jubilados, se ha acelerado porque el próximo 31 de mayo finalizan las garantías otorgadas a la plantilla por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Babcock Borsig, la antigua Babcock Wilcox salió de la órbita pública en 2001 tras un pacto con Bruselas y después de recibir ingentes inyecciones de dinero público.
La sentencia complica su liquidación. La sociedad no ha conseguido cerrar con los sindicatos un ERE de extinción de contratos para la totalidad de su plantilla actual, compuesta por unos 350 personas. Este desencuentro deja en manos del juez el dictamen sobre las condiciones del expediente. Ahora, con la incorporación de otros 258 trabajadores, se abre la puerta a otro ERE de extinción.
Fuentes cercanas a la administración concursal han reconocido nuevas dificultades en este proceso. Añaden que se debe cumplir la resolución judicial e incorporar a 258 personas para posteriormente proceder a su despido, aunque barajan aplicar soluciones individuales.
El asunto, sin embargo, tiene mayor calado. En 2004, cuando se aprobó el ERE puesto en cuestión por el Supremo, se formalizó, además de la extinción de contratos, una póliza para garantizar el complemento de pensiones. Los trabajadores acogidos a este plan, si aceptan su reincorporación, deberían, en principio, devolver las cuantías no percibidas asignadas a dicho fondo de pensiones.