Siete entidades cumplen los requisitos de solvencia
Algunas cajas han dado pruebas de sobrada solvencia. Este es el caso de La Caixa. La entidad que preside Isidro Fainé marcó la hoja de ruta al anunciar el traslado de su negocio financiero a un banco cotizado, mientras constituía otra sociedad donde albergar sus activos inmobiliarios junto a su cartera industrial, con la excepción de Telefónica y Repsol.
BBK, Kutxa y Vital cumplen individualmente las exigencias del regulador pero, aun así, han decidido retomar el viejo proyecto de crear una gran caja regional vasca. La aragonesa Ibercaja se mantiene, entre tanto, a la espera para ver si puede sacar partido de la segunda ronda de fusiones, como ha hecho Unicaja. Por último quedan Caja 3, Ontinyent y Pollença, tres grupos menores que rebasan las exigencias de capital al depender poco de los mercados.