¿Quiere pagar el autobús con su móvil?
El objetivo es que baste con llevar el móvil en el bolsillo. Ni llaves, ni tarjetas de crédito, ni monedas, ni el bonobús. Pero llevará su tiempo.
El pago por móvil empieza a extenderse..., en pruebas piloto. Que el terminal celular se convierta en modo de pago y en otras muchas cosas más es la meta, pero el camino es largo y no queda más remedio que empezar a andar a base de experiencias.
Vodafone acaba de lanzar la última. Lo ha hecho en Murcia, en colaboración con el Gobierno de la comunidad autónoma, y permitirá pagar el autobús con solo acercar el teléfono. Esa es la primera fase, luego habrá más. En Madrid, la empresa que gestiona la flota municipal también tiene un proyecto similar y Telefónica convirtió la localidad catalana de Sitges en uno de los mayores experimentos de pago con móvil, con medio millar de comercios conectados.
Aparatos que se comunican
La tecnología que lo hace posible responde a las siglas NFC (Near Field Communications) y consigue, entre otras cosas, que los aparatos hablen entre sí. Es decir, que el móvil le comunique al terminal del autobús que su dueño tiene un billete válido para realizar ese viaje.
Las ventajas que tiene el sistema son muchas. La comodidad es una de ellas, pero también la seguridad, porque la información llega hasta la tarjeta SIM del móvil. Cuando se habla de un billete de autobús, la seguridad no parece tan importante, pero ese es solo un primer paso. Luego llegará el momento en que los datos de las tarjetas de crédito estén almacenados en la SIM e, incluso, el DNI, y así se pueda pagar en todas las tiendas, en los taxis o hacer transacciones electrónicas garantizadas y de todo tipo con el celular.
Modelo de negocio
Destacar la parte positiva para el usuario es sencillo, pero no lo es tanto lo que hay detrás. "La tecnología está lista", explican desde Vodafone, "ahora falta el modelo de negocio y los terminales".
Por ahora, solo se comercializan dos modelos de teléfono móvil que hablan NFC. Llegarán más, pero se trata sin duda de un obstáculo. El parque de terminales en España supera al de personas y tendría que renovarse por completo para que todos los ciudadanos tuvieran el pago por móvil en el bolsillo. Ese no es el objetivo, por supuesto, la cifra es mucho más modesta, pero da idea de que la implantación masiva llevará su tiempo.
Tampoco está del todo claro el modelo de negocio, según señala Vodafone. Por una parte, no solo hay que cambiar los teléfonos, sino los terminales del otro lado, los que cobran (canceladoras, lectores de tarjetas...) y eso tiene un coste que puede no compensar al que tiene que acometerlo. El negocio también sería el responsable de pagar a las operadoras el sistema que lo permite.
El problema es que la contrapartida es difícil de monetarizar. ¿Comprarán más o usarán más el autobús los ciudadanos porque puedan pagar por el móvil? No está claro.
Habrá que esperar
Por eso, por ahora en España son pruebas piloto lo que hay. La de Vodafone en Murcia permitirá pagar el autobús y también consultar en el teléfono el saldo de viajes disponibles y obtener información sobre la llegada del próximo autocar. Pero no a todo el que quiera, sino al que tenga el terminal con NFC que van a repartir. En una segunda fase, este proyecto se ampliará a la reserva y el abono de bicicletas de préstamo, al acceso a instalaciones deportivas, culturales y de ocio, o a la reserva y retirada de libros en el circuito regional de bibliotecas, entre otros servicios.
Los resultados de esta prueba piloto y del resto servirán para aprender sobre el sistema. La duda que queda es cuándo se convertirá en una realidad comercial. ¿La respuesta? No antes de 2012, según Vodafone.