Tu móvil detectará si tienes cáncer
La nanomedicina se centra en el diagnóstico precoz y en la liberación controlada de fármacos.
El proceso para detectar un cáncer en la actualidad es a menudo doloroso y pesado. Pero pronto puede cambiar. Gracias a la nanotecnología se están desarrollando dispositivos portátiles para hallar fácilmente tumores mediante una gota de sangre u orina. "Será una especie de móvil, incluso una aplicación para el propio móvil, que ofrecerá un resultado en pocos segundos", asegura Laura Lechuga, profesora de investigación del CSIC. "Estos aparatos podrán utilizarse en urgencias, en el trabajo o en casa", añade.
Entre estos mecanismos los más habituales son los desarrollados para medir el nivel de glucosa de los diabéticos, incluso para test de embarazos. Pero en gran medida en el futuro el esfuerzo se centrará en detectar el cáncer.
Esta reconocida profesora del CSIC explica que la primera fase consiste en encontrar los marcadores clínicos que señalen la existencia del tumor. Por ejemplo, medir los niveles de PSA, un antígeno para el cáncer de próstata. Una vez que se detecten estas alarmas, comienza la investigación de la parte tecnológica que esta investigadora desarrolla.
"No es ciencia ficción. En cinco o diez años estos dispositivos deberían estar en el mercado. No hay que olvidar que detrás hay una competencia brutal, donde han entrado compañías tecnológicas como Philips o Siemens, empresas de telecomunicaciones y farmacéuticas", indica. De hecho, ella misma ha lanzado dos compañías, Sensia y Biod, para perfeccionar patentes.
Estos dispositivos de diagnóstico constituyen una de las ramas de la nanomedicina (tecnología a escala nanométrica aplicada a la sanidad). Las otras dos actividades típicas son la liberación controlada de fármacos y la medicina regenerativa.
En la liberación controlada de medicamentos dentro del cuerpo humano, también se están realizando enormes esfuerzos en oncología. Desde nanocápsulas a las terapias personalizadas, que atacan solo a los tumores, en vez de una quimioterapia muy dañina.
"Ayuda a las moléculas a ser mejores, reduciendo su toxicidad y distribuyéndose más lentamente", cuenta Arantxa Sanz, coordinadora adjunta del think tank NanoMed Spain. "En un momento en que los laboratorios tienen dificultades para sacar nuevas moléculas, esta tecnología ofrece una oportunidad", añade. Además, Sanz explica que el futuro también se adentra en la liberación de fármacos en el cerebro combinada con la cirugía mínimamente invasiva.
También será tendencia lo que se ha denominado como teranóstico, apunta Sanz, o lo que es lo mismo: sistemas de diagnóstico que, si encuentran alguna patología, liberan un fármaco y se convierte en terapia.
Otro de los campos donde más se avanza es el conocido como lab on chip, "una miniaturización de un laboratorio que acercará el diagnóstico al paciente", afirma Pilar Calvo, responsable de desarrollo farmacéutico de Pharmamar. Para la coordinadora de NanoMed Spain, este producto tendrá un gran éxito próximamente en países de Asia y Latinoamérica, donde es más difícil invertir en un gran laboratorio.
Un mapa creciente de 'start-up'
En España se dedican, parcial o totalmente, a la nanomedicina entre 30 y 40 empresas, según datos de NanoMed Spain. "La mayoría son start-up que han surgido gracias a proyectos públicos europeos o españoles", relata Arantxa Sanz. Además, existen alrededor de 50 grupos de investigación, la mayoría universitarios, de donde deben surgir las patentes que faciliten el salto a la actividad privada.Uno de esos proyectos con financiación pública se llama Nanofarma, que ha estado activo hasta 2010, donde han colaborado empresas como Pharmamar, Rovi, Faes Farma, Noscira, Sylentis, Lipotec y Déndrico, con un presupuesto de 32 millones de euros. "Hemos avanzado en la liberación de fármacos. A nosotros nos ha servido para desarrollar una patente de nanocápsulas", explica la responsable de Pharmamar.Otras firmas como Advancell, Oryzon, Ferrer o GP Pharm también son muy activas en el sector.