Moody's deja a tres entidades en 'bono basura' y otras siete a las puertas
Moody's deja a Banco Pastor, CatalunyaCaixa y Banco Valencia en el grado especulativo, es decir, en el grado de no inversión. Además, hay otras siete a las puertas, BBK, Novacaixagalicia y Caja España, entre ellas. La agencia anunció hoy que ha rebajado el 'rating' a 30 entidades financieras españolas. Santander, BBVA y La Caixa quedan fuera.
La agencia Moody's ha dejado esta mañana a tres entidades en el nivel de 'bono basura'. Son Banco Pastor, Catalunya Caixa y Banco de Valencia. Catalunya Caixa y Banco Pastor caen cuatro escalones de A3 a Ba1. Banco de Valencia, por su parte, pasa de Baa1 a Ba1.
Según la agencia, la BBK es una de las siete entidades a las que el organismo calificador ha dado una calificación de Baa3, es decir a un paso del grado de no inversión, también conocido como bono basura. Las otras entidades con esta misma calificación son Novacaixagalicia , la fusión de Caja España-Duero, La Caja Municipal de Burgos, Ahorro Corporación, Cajamar y Lico Leasing. Todas ellas a un paso del grado de no inversión. Caja Laboral, Cajastur, CAM y Cajacantabria están en el nivel superior (Baa2). Cajamar ha caído tres grados, ya que estaba en A3.
A pesar de lo que dice Moody's, la integración de las cajas vascas aseguró ayer que es una de las entidades más solventes del sistema. Su core capital es del 10,3%, por encima de lo exigido por el Banco de España.
Catalunya Caixa también ha salido al paso del movimiento de Moody's para avisar de que no se ha realizado una revisión específica de cada una de las entidades, sino que los cambios se deben al ajuste por la bajada del rating a España y a unas menores previsiones de la agencia de ayuda externa pública en caso de caída de las entidades financieras de menor tamaño. También añade que la revisión se ha hecho antes de la estrategia de recapitalización de Catalunya Caixa y sin contar los 160 millones de euros de plusvalía que logró la firma con la venta de acciones de Repsol.
Varios de los bancos de mayor tamaño del sistema han sufrido degradaciones en la calificación de su deuda a largo plazo. Banco Sabadell ha caído un grado de A3 a A2, Bankinter, de A1 a A2, Banco Popular y Banesto caen dos grados (de Aa3 a A2). Unicaja se deprecia en uno, de Aa3 a A1. Caja Madrid, por su parte, cae tres escalones de un rating deA1 a Baa1.
Moody's Afirmó en un informe emitido hoy que las tres claves de la decisión anunciada en la mañana de hoy son, por un lado, la rebaja de la deuda soberana llevada a cabo por la agencia el pasado 10 de marzo, que deja al Estado con menos recursos para prestar ayuda a las entidades en caso de que hiciese falta, según explicaron hoy Alberto Postigo, vicepresidente y analista senior de Moody's, y María Cabanyes, vice presidente senior. Además, detectaron una combinación de presiones financieras sobre "la deuda soberana y mucho bancos débiles", "el declive de la importancia sistémica" de muchos bancos pequeños y regionales ante la consolidación del sector, "lo que los puede dejar como actores minoritarios y la cada vez menor predisposición que recibe la banca "por toda Europa", sobre todo para aquellas entidades que no supongan un riesgo sistémico. Esta revisión, en cualquier caso, es la consecuencia lógica de la degradación de la calificación de la deuda española a Aa2 por parte de Moody's, que se produjo el día 10 de marzo. El pasado 28 de febrero, la propia Moody's cifró en hasta 50.000 millones las necesidades de capital de la banca española.
La agencia ha degradado hasta a 15 entidades en dos grados, y a otros cinco bancos en tres y cuatro escalones. Los tres grandes, Santander, BBVA y La Caixa han quedado fuera de la revisión.
Las perspectivas de la mayor parte de la deuda y de los depósitos de la banca sigue siendo negativa, según Moody's. Este hecho constituye la antesala para posibles futuras rebajas y es el reflejo, en opinín de la agencia, de "la perspectiva negativa de la deuda soberana y la perspectiva negativa que mantienen los perflies de crédito de los bancos, dado el difícil entorno operativo" que, en su opinión, se da en España. Algunas calificaciones siguen bajo revisión, sobre todo porque estas entidades están envueltas en procesos de consolidación que pueden afectar tanto a su fortaleza crediticia como al apoyo" que se les puede prestar desde las administraciones para evitar una insolvencia.