Flex, el líder centenario del descanso, estrena accionista
La familia Beteré cumplirá en 2012 cien años al frente de la compañía Flex. Para celebrarlo el grupo español especializado en la fabricación y comercialización de colchones tiene previsto impulsar su presencia en el exterior (cuenta con fábricas en Reino Unido, Brasil, Portugal, Chile y Cuba, y otras cuatro en España) y mantener los ingresos de las nuevas líneas de negocio abiertas en los últimos años (es propietaria de las tiendas deportivas Décimas -más de 200 locales en España-, participa en negocios inmobiliarios y produce y vende espuma de poliuretano -participa en el capital del grupo portugués Flexipol-). Encara además a partir de este año, y hasta 2014, el vencimiento de préstamos por valor de 93 millones de euros, según las últimas cuentas depositadas en el registro mercantil por Flabesa, matriz del grupo, correspondientes a 2009.
Para todo ello los Beteré contarán con el apoyo de la familia March. A través de vehículos de inversión controlados por Corporación Financiera Alba, los March tomarán aproximadamente el 26% del capital de Flex, mediante una ampliación de capital. Corporación Financiera Alba comunicó la operación el martes a la CNMV, pero sin aportar datos financieros a la espera de que reciba el visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia.
Según el comunicado enviado al regulador del mercado, Flex facturó el año pasado 230 millones de euros. Gerardo España, portavoz de la compañía de colchones, explicó a este diario que la entrada de Corporación Financiera Alba aporta "robustez al plan de internacionalización del grupo". Los colchones de Flex son los más vendidos en España y Portugal; en Reino Unido es líder en el segmento alto con la marca Vi-Spring; en Chile es una marca consolidada y en Brasil es ya la cuarta firma de colchones más vendida.
El grupo inició la expansión internacional de su negocio en el año 2000 y, en la actualidad, el 70% de su facturación proviene del exterior. Para mantener esa apuesta por la internacionalización la empresa debe abrir una nueva fábrica en Brasil -"necesitamos duplicar la producción"-, en la que invertirá 15 millones de euros, y potenciar la presencia de su marca británica Vi-Spring en Estados Unidos y Asia. Además, la compañía no descarta llevar a cabo alguna adquisición en Latinoamérica.
El grupo Flex, que da empleo a cerca de 2.000 personas, adquirió en 2005 la británica Vi-Spring por 35 millones de euros. Y en 2007 se hizo con la marca británica And So To bed, por 15 millones.
Los March no serán en todo caso los primeros accionistas que participen en el capital de Flex junto con los Beteré. Entre 2005 y 2008 la familia Nozaleda, propietaria del grupo Nozar, tuvo una participación similar a la que ahora tendrán los March. Flabesa lleva a cabo negocio inmobiliario residencial a través de Improgar, que estaba participada en un 50% por Nozar.
Durante el ejercicio 2008, según explica la compañía, enajenó los terrenos e inmuebles de sus antiguas fábricas de Esparraguera (Barcelona) y La Coruña "a terceros, obteniendo unos beneficios por importe de 16,1 millones".
Diversificando las inversiones
La entrada en el capital de Flex por parte de Corporación Financiera Alba responde al proceso de diversificación emprendido por la familia March. Corporación Financiera Alba se mantiene como el primer accionista de ACS y Acerinox y participa en el capital de otras cotizadas como Prosegur, Indra o Ebro Foods. La entrada en Flex se instrumentaliza a través de la gestora Artá Capital, asesorada por Mercapital. Ha invertido en Pepe Jeans, Panasa, Hackett, Mecalux, Ros Roca y Ocibar.