_
_
_
_
Se fusiona con Caja España-Duero

Unicaja da el salto y toma las riendas de la cuarta caja española

Unicaja por fin tiene su fusión. Ayer anunció su unión con Caja España-Duero, que dará lugar a la cuarta caja, y gracias a la que la entidad castellana resolverá su déficit de capital. En el reparto de poderes, la malagueña tendría un peso del 60% y España-Duero del 40%. La operación precipitó la dimisión del director general de la castellanoleonesa, Lucas Hernández.

La segunda oleada de fusiones de cajas ya ha arrancado. Caja Duero-España y Unicaja informaban ayer en sendos comunicados a la CNMV que habían firmado "un preacuerdo genérico de los Presidentes de ambas instituciones con vistas a un eventual proceso de integración". Su unión dará lugar a la cuarta entidad de ahorro, con un volumen de activos de 81.017 millones, por detrás de Bankia, Caixabank y Banco Base. Sumarán 1.809 sucursales y 9.571 empleados.

La unión de las dos cajas será beneficiosa para ambas partes, según los expertos, ya que no hay prácticamente solapamiento de la red de oficinas. Además, a Unicaja le proporciona más tamaño, mientras que para Caja Duero-España supondrá la inyección de los recursos propios necesarios para cumplir con las exigencias de capital del Banco de España. La entidad castellanoleonesa, con un core capital del 8,2%, precisaba de 463 millones para alcanzar el 10%. Con su unión con Unicaja, cuya ratio es del 13,1%, las entidades podrían ver rebajado este tope al 8%, siempre y cuando el peso de la financiación de los mercados mayoristas no supere el 20%. La malagueña no ha querido revelar este dato y en Caja Duero-España es del 23%.

Fuentes del consejo aseguran que se baraja un reparto de poderes del 60% para Unicaja y del 40% para Caja Duero-España, aunque aún no hay nada cerrado. Como presidente se apunta a Braulio Medel, presidente de Unicaja, y como director general a Evaristo del Canto, presidente de Caja Duero- España.

Uno de los temas más espinosos, dónde estará ubicada la sede social de la caja, tampoco está decidido, aunque la opción andaluza gana puntos. No obstante, se ha mencionado también la posibilidad de Madrid, Salamanca o León. La caja acometerá su conversión en banco.

La operación supone la unión de una caja cuyo color político es socialista con otra donde el PP tiene la mayoría. El posible vuelco electoral en las próximas elecciones andaluzas es uno de los factores que ha impulsado el acuerdo, según algunas fuentes.

La fusión ha abierto una crisis interna dentro de la castellanoleonesa, que se plasmó ayer con la dimisión inesperada de su director general, Lucas Hernández, en un consejo extraordinario celebrado ayer. Fuentes próximas a la entidad aseguran que Hernández no estaba de acuerdo con cómo se habían llevado a cabo las negociaciones de fusión. Hernández, de 65 años, ha solicitado su jubilación. La caja ha convocado para este mismo jueves otro consejo extraordinario para anunciar su sustituto. Se prevé que sea alguien procedente de Caja Duero y miembro del comité de dirección.

Ibercaja deshoja la margarita

La caja aragonesa es la única entidad del sector que, con una posición de capital holgada (su core capital se sitúa en el 9,7%, frente al 8% que le exige el Banco de España), se mantiene de momento al margen de esta segunda oleada de fusiones. Las cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital, con una ratio del 10,3%, 12% y 12,51%, respectivamente) ya han marcado su hoja de ruta y apuestan por la fusión de las tres, una vez se celebren las próximas elecciones del próximo mayo. Las otras dos entidades que, según el supervisor no precisan de más capital -Ontinyent, con un capital básico del 8,8%, y Pollença del 11,22%-, no han mostrado, al menos por el momento, interés por sumarse a otro grupo.Ibercaja, décima caja con un volumen de activos de 44.691 millones, cuenta cada vez con menos posibilidades de poder elegir un socio. En la lista de pretendientes han sonado Novacaixagalicia, la entidad con la peor ratio de capital (del 5,2%, por lo que necesita 2.622 millones para alcanzar el 10% que se le pide), si bien la caja que preside Amado Franco podría optar por unirse a alguno de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) de cajas ya constituidos. El propio Amado Franco ha señalado recientemente que "vendría bien tener más tamaño aunque se tenga que sacrificar algo de fortaleza". Fuentes del sector, sin embargo, aseguran que la caja podría decidir "aguantar el chaparrón hasta que el temporal escampe y dentro de un año intentar aprovechar las oportunidades que surjan dentro del sector". Entre las entidades con las que Ibercaja había establecido conversaciones figuran Caja Duero-España y Unicaja.

Más información

Archivado En

_
_