Telefónica se enfrenta a más competencia en Reino Unido
La subasta de nuevas frecuencias de móvil no servirá para apartar del mercado al cuarto operador celular de Reino Unido. El regulador ha advertido que diseñará el proceso para salvaguardar la competencia y que los más fuertes, como Telefónica, no lo sean aún más.
La eternamente esperada subasta de nuevas frecuencias de móvil en Reino Unido empieza a tomar forma. Tras varios retrasos (incluidos los provocados por las elecciones y el cambio de Gobierno en el país), el regulador de las telecomunicaciones británicas, Ofcom, ha lanzado hoy la consulta pública que fija los criterios que tiene pensado seguir en la licitación.
Y hay malas noticias para Telefónica . Todo apuntaba a que 3, el más pequeño de los cuatro operadores que existen en la actualidad en Reino Unido (tras la fusión de France Télécom y Deutsche Telekom en uno ), propiedad del conglomerado chino Hutchison, iba a ser incapaz de conseguir frecuencias en la subasta y quedaría prácticamente fuera de la competición.
Pero el regulador no va a permitirlo. "Con las medidas propuestas por Ofcom, la subasta incluirá una combinación de salvaguardias y condiciones de cobertura que promoverán la competencia y que ampliarán significativamente la cobertura de la banda ancha móvil hasta el 95% de la población de Reino Unido", dice el organismo, en una nota difundida hoy .
La subasta pondrá en el mercado frecuencias en la banda de 800 MHz y de 2,6 GHz y se celebrará a principios del año que viene. La principal medida para asegurar la participación del cuarto operador es el establecimiento de límites máximos y mínimos de espectro por el que se puede pujar y que se puede tener en total. Con ello se pretende garantizar que las grandes operadoras (la fusión de Deutsche Telekom y France Télécom es el número uno, pero Telefónica y Vodafone tienen más fortaleza financiera) no acaparan frecuencias y las suman a las que ya tienen y que las que queden para 3 (que es la que menos espectro tiene ahora) serán suficientes para su superviviencia.
Ahora, las operadoras están estudiando la consulta pública de Ofcom e intentarán presionar con los argumentos que remitan al regulador para cambiar las medidas con las que no estén de acuerdo.