Trabajo media para buscar una solución común a la plantilla de Nueva Rumasa
El Ministerio de Trabajo ha convocado a Nueva Rumasa, sindicatos, Fogasa y al Ministerio de Medio Ambiente a una mesa de negociación en la que buscar soluciones comunes para las plantillas de todas las empresas del grupo.
Primer paso para tratar de buscar una salida consensuada a la crisis de Nueva Rumasa. Sindicatos, empresa, Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Dirección General de Trabajo se reúnen hoy para tratar de analizar alternativas que eviten la descomposición del conglomerado empresarial de la familia Ruiz Mateos.
El objetivo de la reunión es buscar "un paraguas general que abarque a las plantillas de todas las sociedades", según apunta uno de los responsables de la Federación Agroalimentaria de CC OO. Explica que los trabajadores de las distintas empresas -entre ellas las cinco que han solicitado el concurso de acreedores: Dhul, Clesa, Cacaolat, Carcesa y desde ayer Quesería Menorquina- viven situaciones muy diferentes.
Nueva Rumasa engloba alrededor de 5.000 trabajadores y a gran parte de ellos se les adeudan entre dos y cinco meses de salario. Hasta el momento, tres sociedades han solicitado un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal, aunque aún no se ha aprobado ninguno. En concreto, los ha presentado para las plantas de Clesa en Madrid (307 trabajadores) y Caldas de Reis, en Pontevedra (donde no ha desvelado el número de trabajadores afectados) y para 172 empleados de la fábrica de Helados Royne en Leganés.
Fuentes de Nueva Rumasa adelantaban ayer que la empresa acude a la reunión "con la voluntad de llegar a un acuerdo beneficioso para todos". Una valoración similar a la que realizaban desde el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, los sindicatos no se muestran tan optimistas. "Son empresas muy complejas, con contabilidades cruzadas y será difícil llegar hasta el fondo", aseguran desde CC OO.
El sindicato planteará la posibilidad de crear una plataforma de negociación que, a lo largo de los próximos seis meses, busque soluciones no solo laborales, sino también nuevos inversores que se hagan cargo de las sociedades. Además, CC OO solicita que los jueces que supervisan los concursos de Clesa, Carcesa y Cacaolat repliquen lo ocurrido con Dhul, cuya gestión se ha retirado a los Ruiz-Mateos.
Por otro lado, Nueva Rumasa ha solicitado el concurso de acreedores de Clesa en el Juzgado de lo Mercantil Número Dos de Pontevedra. Una decisión que ha provocado desconcierto entre los sindicatos. Por un lado, la empresa solicitó el preconcurso de acreedores en Madrid y, por otro, es en la capital donde tiene su principal fábrica y donde desarrolla gran parte de su actividad. En paralelo, ayer, por primera vez, la compañía asumió "retrasos puntuales" en el pago de los intereses de los inversores que compraron pagarés del grupo.