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Financia negocios nuevos fuera de España

Telefónica crea una filial en Irlanda para aprovechar las ventajas fiscales

Los fiscalistas de Telefónica están buscando permanentemente fórmulas para minimizar el impacto fiscal de sus operaciones y el año pasado dieron un paso de calado en este sentido. Telefónica ha decidido crear una filial en Irlanda para aprovechar los bajos tipos impositivos que rigen en el país celta.

Telefónica sigue muy de cerca en los últimos meses los problemas financieros irlandeses. Por una parte, lo hace porque tiene una filial en ese país, una operadora que da servicio de móvil. Por otra, porque lo que suceda en esa nación afecta a toda Europa. Pero hay una explicación adicional: desde el pasado año, la operadora española tiene una filial financiera en Irlanda creada para aprovechar las ventajas fiscales para empresas que imperan en ese país, así que las presiones de la Comisión Europea para acabar con el régimen impositivo del país celta son una fuente de inquietud para la firma española.

Esta nueva filial nació el 10 de febrero de 2010, según revela un documento oficial de la operadora, y su nombre es Telfin Ireland. Telefónica inyectó 919 millones de euros en su constitución, pero su capital ha ido aumentado. En abril llegaron otros 243 millones a través de una ampliación de capital, la misma forma en la que se inyectaron 1.379 millones adicionales en mayo. En junio se realizó la última aportación conocida: 869 millones extra. En total, por las arcas de Telfin Ireland han pasado más de 3.400 millones de euros. ¿Con qué destino? "Financiar otras empresas del grupo en operaciones realizadas durante 2010", dice el documento de Telefónica.

En todo caso, no fueron actividades irlandesas las que se financiaron, pero tampoco españolas. El objetivo de la filial es financiar negocios nuevos fuera de España, según fuentes cercanas a la operadora. Por ahora, desde la filial financiera han salido fondos para sufragar compras de espectro radioeléctrico en Europa y Latinoamérica. Las grandes operaciones de Telefónica el año pasado en esta materia fueron las adquisiciones de frecuencias de móvil en Alemania -donde se invirtieron 1.379 millones- y en México -con un desembolso de 1.237 millones-. Y también se financió la compra de Hansenet , la operadora de banda ancha alemana que se compró a Telecom Italia por 900 millones.

El objetivo de esta actividad y de la constitución de la filial irlandesa es beneficiarse de las ventajas fiscales del país, según estas fuentes cercanas a la operadora. Telefónica ya tiene alguna filial en Holanda y desde allí hace emisiones de bonos, como cientos de otras empresas europeas. Pero ha decidido canalizar la financiación de inversiones desde Irlanda. ¿Por qué? En primer lugar, por el conocimiento del país, según explican las mismas fuentes. En Holanda, Telefónica no tiene negocio de telecomunicaciones, por lo que su conocimiento del mercado y del país es menor. En Irlanda, en cambio, dispone de contactos en las áreas legales y de normativa fiscal, así como en todo el resto de los campos. La legislación es anglosajona (igual que en Holanda), más rápida y ágil, y O2 ya tiene centralizada allí toda su tesorería, así que la decisión de dar el salto y lanzarse a aprovechar las ventajas del país celta ha tardado en tomarse, pero ha sido fácil de materializar.

En principio, el gran atractivo de Irlanda es su impuesto de sociedades, que está en el 12,5%, cuando en España es el 30%. Eso ha llamado la atención de multitud de empresas en todo el mundo. Telefónica ha esperado bastante y no ha sido hasta febrero del año pasado cuando ha dado el paso. Pero lo ha hecho justo cuando todo puede cambiar. Al explotar los problemas financieros irlandeses, las ventajas fiscales han despertado las críticas de varios socios europeos, que no entienden por qué hay que rescatar a este país y no forzarle a que suba los impuestos para aumentar la recaudación. Irlanda se está resistiendo con uñas y dientes a incrementar su fiscalidad, pero algunos movimientos comunitarios, como la decisión anunciada hace unos días de crear un impuesto de sociedades para toda Europa , están inquietando al Ejecutivo nacional. Por ahora, parece que la amenaza no es inminente, ya que la Comisión Europea asegura que cada país podrá mantener el tipo impositivo que desee, pero la incertidumbre está sobre la mesa.

Telefónica ha disfrutado durante buena parte de los últimos años de un importante escudo fiscal contra el pago de impuestos. Lo generó en 2002, cuando dio pérdidas milmillonarias al sanear las licencias de móvil de tercera generación que se compraron en varios países europeos y que nunca se usaron. Los créditos fiscales le duraron hasta 2008, año en que se volvió a tributar por Impuesto de Sociedades en España . Ya el año pasado, el entonces director de Finanzas de Telefónica, Santiago Fernández Valbueba, adelantó a los analistas que se estaban buscando fórmulas para optimizar el impacto fiscal.

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