Los sindicatos creen que una reforma "eficaz" de los convenios no entiende de plazos
El Gobierno debe ir haciéndose a la idea de que no es seguro que pueda llegar a la Cumbre Europea del 24 de marzo con un acuerdo sobre la reforma de la negociación colectiva.
Así se desprende de las advertencias que han lanzado esta semana tanto la patronal como los sindicatos. Estos últimos aseguraron ayer que los agentes sociales no se han puesto ningún plazo para cerrar la negociación.
"No es imprescindible llegar a un acuerdo este mes", dijo el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, durante el acto de presentación de la iniciativa legislativa popular (ILP) que preparan los sindicatos contra la reforma laboral. Deben reunir 500.000 firmas en nueve meses, aunque se mostraron confiados en lograrlo en solo tres.
"Queremos un acuerdo eficaz y con contenido", aseguró el líder de UGT, Cándido Méndez. "Las negociaciones son complejas, pero el Gobierno no debe ponerse nervioso". En este sentido, Méndez recordó que durante la negociación de la reforma laboral, identificada por los sindicatos como un "punto abierto de conflictividad social", las declaraciones del Ejecutivo perjudicaron el proceso. De hecho, el texto final no contó con el consenso de los agentes sociales y su aprobación llevó a los sindicatos a convocar la huelga general del 29 de septiembre.
"No se entendería que después de firmar el Acuerdo Social y Económico llegara el Ejecutivo como un elefante en una cacharrería e irrumpiese en un proceso que no le compete", subrayó Toxo.
Sin embargo, los máximos responsables sindicales se mostraron confiados en que las negociaciones lleguen a buen puerto. "Este proceso puede acabar bien", apuntó Toxo, quien identificó la regulación de la flexibilidad interna de las empresas como uno de los puntos clave de la estructura de los convenios. "Es imprescindible que en este país se sustituya la cultura del despido por la del acuerdo".
Los líderes sindicales se reunirán con el presidente del Gobierno en la víspera de la cumbre del día 24. Expresarán allí su rechazo al Plan de Competitividad de la UE, que plantea que la productividad pese más en la determinación de los salarios, y su adhesión a las movilizaciones de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en favor de un pacto más social.