Las necesidades de capital fuerzan las ofertas inmobiliarias de la banca
Las necesidades de capital y la acumulación de stock inmobiliario están forzando a bancos y cajas a deshacerse de los 61.500 millones en activos inmobiliarios que tienen en cartera. Se ha abierto la guerra de ofertas, que incluye descuentos, periodos de carencia en las cuotas o regalos en forma de cocinas gratis.
Con 61.500 millones de euros retenidos en inmuebles, bancos y cajas han dado prioridad -casi cuatro años desde el estallido de la crisis subprime- a aligerar su cartera inmobiliaria. En pleno debate sobre el dinero que el sector necesita para garantizar su solvencia, la venta de pisos se ha convertido en primordial y ha desatado una guerra comercial. La carrera por atrapar compradores a golpe de descuentos no ha hecho más que comenzar y ya ofertan 'minicuotas' de 200 euros, cocinas gratis o cero intereses en tres años.
Se trata, en definitiva, de convertir el amplio 'stock' de vivienda acumulando a lo largo de la crisis en dinero. El objetivo es claro: deshacerse de los más de 61.500 millones de euros que las entidades poseen en activos inmobiliarios devueltos, según los datos remitidos a la CNMV. Para ello la banca agudiza el ingenio e intenta atrapar a nuevos compradores con tentadoras ofertas.
La más atrevida en cuestión de promociones inmobiliarias es Bancaja. La entidad ofrece al futuro propietario vivir tres años en su nueva casa sin pagar nada y sin que los intereses de esos años se acumulen. Mediterranean, por su parte, el grupo inmobiliario de Caja Mediterráneo, ofrece en su web 28 viviendas al día a 'precios increíbles', con descuentos que llegan al 60%. Eso sí, la promoción es por tiempo limitado, hasta el día 15 de este mes.
Las cajas son a un tiempo las entidades que reúnen una mayor exposición -y riesgo- al ladrillo, y también las que más capital necesitan para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia impuestos por el Banco de España. Ayer el supervisor financiero anunció que ocho cajas y cuatro bancos necesitan un total de 15.000 millones de euros para cumplir los mínimos requisitos de capital. Bancaja y la CAM, por ejemplo, forman parte de Bankia y Banco Base, que necesitan 5.775 y 1.447 millones de euros, respectivamente, para llegar al 10% del capital básico.
CatalunyaCaixa, que cuenta con más del 23% de su inversión crediticia expuesta al riesgo inmobiliario y necesita 1.718 millones según el Banco de España, también ha lanzado interesantes ofertas a través de su brazo inmobiliario Procam. Por si a alguien le preocupa comprar una casa y después arrepentirse, la caja le ofrece comprar el piso ahora, pagar lo que quiera en los tres primeros años, y si después cambia de idea, devolver el inmueble.
Otra de las cajas catalanas, La Caixa, opta por dejar que sea el comprador el que proponga el valor de la vivienda. En cinco cómodos pasos el interesado envía su propuesta de precio por internet, después visita el inmueble, y, antes del visto bueno, formaliza la cantidad con una propuesta en firme. Eso, a pesar de que esta entidad es de las que mejor situación financiera tiene. Pero también prefiere quitarse lastre inmobiliario.
La desinversión en ladrillo de las cajas responde al exceso de crédito concedido en los tiempos de bonanza. Cuando la burbuja todavía se estaba hinchando, bancos y cajas se lanzaron a dar créditos a promotoras y a invertir en proyectos relacionados con el ladrillo. Ahora las obras están paradas, hay pocos compradores de vivienda, menos aún de suelo y cada día aumenta el número de morosos y de impagos. Cada casa embargada resta capital a los bancos, y cada casa vendida supone reducir el riesgo e ingresar dinero.
Los bancos, pese a no destinar más del 20% de su crédito a la construcción y promoción de viviendas y a tener, por lo general, mejor situación de las cajas, han acumulado un gran número de inmuebles en sus cuentas a los que también intentan dar salida.
BBVA -con casi 4.800 millones en activos inmobiliarios- apuesta por los sorteos a modo de juego. A través de la web (bbvavivienda.com) la entidad ofrece 100.000 euros para comprar una casa o 1.000 euros para equiparla si se elige el inmueble premiado. Pero si lo le que interesa al futuro propietario es una cocina nueva, Banesto se compromete a reformársela gratis al comprar uno de sus pisos.
Santander -con más de 3.700 millones solo en suelo- también ha lanzado nuevas promociones en su página web (aportucasa.com). 'Minicuotas' de 200 o 300 euros, 50 viviendas a 50.000 euros, o rebajas de hasta el 50% si compras una de sus casas antes del 31 de este mes.
Los descuentos en vivienda ya llegan al 60% y prometen aumentar, pero teniendo en cuenta que el valor de todos esos inmuebles está totalmente desfasado, habrá que ver hasta dónde están dispuestas a llegar las entidades para relajar la presión sobre sus balances.