_
_
_
_
_

La ratonera de la fusión por absorción

A veces los árboles no dejan ver el bosque. La dilución de la participación de ACS es tan escasa que atribuir la operación a este objetivo es una especulación de barra más que otra cosa. La operación supone un castigo a los accionistas, por otra parte, fácil de explicar por la evolución del mercado, pero difícil de justificar si se tiene en cuenta la brevedad de la vida en Bolsa de Renovables.

Pero, quizá, lo más espinoso sean las formas. Iberdrola saca de Bolsa Renovables por la puerta de atrás, mediante una fusión que se propondrá a la junta de una empresa en la que tiene el 80% de los derechos de voto. El término "fusión" parece un mal chiste. En caso de haber optado por la exclusión de Bolsa, el precio pagado no habría sido superior, teniendo en cuenta las normativa sobre opas (http://www.cnmv.es/DocPortal/legislacion/realdecre/1066_07.pdf). Pero, claro está, una cosa es pagar dinero y otra repartir acciones de nueva creación, y las opas de exclusión, como recalca el Real Decreto, se deben pagar en efectivo.

Iberdrola ha optado por repartir títulos. La alternativa para los accionistas es recibir títulos de Iberdrola (que, probablemente, ya tenga en cartera si su interés es participar en una eléctrica clásica y le gusta la gestión de Iberdrola). O vender. Cuanto antes, por si acaso los mercados bajan.

De este modo, la eléctrica se ahorra pagar en efectivo. Como ya lo hace al haber cambiado el dividendo por un scrip dividend, fórmula que, al final del día, se parece más a eliminar al dividendo que a modificarlo. Quien quiera dinero, verá diluida su participación. Quien quiera no ser diluido, perderá el dinero. Quizá un inversor particular no lo note demasiado, pero un gran fondo de inversión sí sabe que no es lo mismo el papel que el dinero. Eso, por no hablar de la paradoja de que una empresa con ingresos regulados y regulares no pague dividendo.

El scrip dividend, en todo caso, es harina de otro costal. Y en lo referido a la fusión por absorción, Iberdrola no es ni mucho menos pionera. Telefónica absorbió Terra o Móviles después de haberlas colocado, a precio bajo mínimos en Terra y al nivel de la OPV en Móviles. Ferrovial hizo lo mismo con Cintra. En todos los casos el inversor se vio atrapado en la ratonera de una operación decidida y cocinada en una empresa diferente a la que él compró.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_