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Semana crítica para la deuda periférica

Moody's calienta la cumbre europea

No está mal un recorte de tres escalones a la deuda griega para calentar la semana, que ya de por sí viene entretenida. El jueves se ha vendido (una vez más) como la fecha clave para iniciar el saneamiento del sector de las cajas. Y el viernes se celebra una cumbre de jefes de gobierno de la zona euro en la que estará sobre la mesa el fondo de rescate (tampoco es la primera vez). Son éstos los dos aspectos que más pesan en las dudas sobre la deuda española. Y, para empezar la semana, Moody's rebaja tres escalones la deuda griega.

El mayor efecto no se vio en los mercados. Otra cosa es la cumbre. Allí retumbarán las palabras de la agencia de calificación respecto al futuro de la deuda helena más allá de 2013. Es en esa fecha cuando vence el fondo de estabilidad puesto en marcha, precisamente, para salvar Atenas. O, más concretamente, para salvaguardar los intereses de los inversores que confiaron en la deuda griega.

Moody's especifica, claramente, que uno de los motivos tras la rebaja es la incertidumbre sobre el mecanismo de respaldo más allá de esa fecha, y el impacto de este mecanismo sobre los tenedores de bonos. Por decirlo más llanamente; si a partir de 2013 se exigirá la asunción de pérdidas por parte de los inversores. La firma añade que el escenario central no es ese, pero también que con el tiempo han aumentado las probabilidades de una reestructuración de la deuda.

Los inversores a los que aluden los partidarios de compartir las pérdidas son, en su mayoría, de la Europa central. Y, aunque una reestructuración de la deuda griega se pueda capear, no sucedería lo mismo si el mercado reproduce el mismo efecto dominó de los últimos meses y contagia a Irlanda, Portugal y quizá España. Eso no se capearía capea tan fácilmente. Es este escenario el que ha obligado a Angela Merkel a rectificar sus palabras en varias ocasiones en los últimos meses, cuando el efecto de éstas ha sido tan violento que ha acabado por amenazar, también, a Alemania.

Moody's, por cierto, tampoco ha dicho nada que el mercado no piense. La deuda griega a cinco años cotiza a poco más del 60% del nominal. Si hay alguien que espere que Atenas cumpla puntualmente sus compromisos, ya tarda en comprar.

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