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Patrick Albaladejo. Miembro del consejo ejecutivo de Hermès

"Hermès y Arnault son incompatibles"

Albaladejo enumera las diferencias entre la cultura empresarial de Hermès y la del gigante francés de los productos de lujo.

Después de cinco años en la compañía, este miembro del consejo ejecutivo de Hermès se encuentra en una situación de privilegio para dar las pautas de la filosofía de elegancia discreta y calidad de la firma. También, para explicar por qué esta compañía, de propiedad familiar, se opone a que el gigante del lujo LVMH aumente su participación en el capital de la firma y se convierta en un socio con capacidad de decisión en su estrategia.

¿Cree que la posición de dominio de los propietarios está amenazada por el aumento de la participación de LVMH en su capital?

Cuando se decidió sacarla a Bolsa se conocían los riesgos, por lo que se creó un esquema especial, que según los estatutos de la compañía permiten a la familia Hermès mantener el control de la compañía. La familia tiene más del 70% de las acciones y todo el poder permanece en sus manos. El resto de accionistas solo pueden votar en la asamblea anual, pero la estrategia de la compañía y la elección del consejero delegado está controlada por lo socios activos, que son la familia Hermès.

¿Teme Hermès una integración dentro del grupo LVMH?

En absoluto. Somos muy fuertes y no existe ningún riesgo. Bertrand Puech, el líder de la familia y presidente del consejo, ha dicho que no quiere que LVMH posea el 20% de la compañía.

¿Creen que de alguna forma sería una empresa que podría encajar dentro del conglomerado de LVMH?

Hace ocho años, Albeit publicó un estudio sobre las principales razones de fracaso en fusiones y compras. La primera razón señalada fue el shock cultural entre dos empresas que no son compatibles. Este es exactamente el caso entre Hermès y LVMH. LVMH es un grupo financiero que se debe a objetivos financieros y que está organizado alrededor del volumen. Hermès es todo lo contrario. Su razón de ser es el valor, es propiedad de una familia y sus objetivos no se marcan a corto sino a largo plazo.

¿Considera que este intento de Arnault va a provocar algún cambio en la estructura de Hermès?

Absolutamente ninguno. Sería el comienzo de un desastre. La familia y la dirección están convencidos de que la estrategia que estamos implementando es la buena y hay que continuar con ella.

Arnault llamó a la cooperación con Hermès en un comunicado publicado hace unas semanas. ¿Piensa que sería positiva la colaboración con LVMH en algún aspecto?

Pienso que no, porque el punto de vista es completamente distinto. æpermil;l cree que las dos compañías pueden trabajar juntas. Nosotros creemos que no, por ello, él continúa llamando a la cooperación y proponiendo sinergias, pero estamos profundamente convencidos de que esto es exactamente lo que no debemos hacer, porque sería contraproducente.

¿Ha afectado la crisis a los ingresos de Hermès en España?

En España hay una situación económica muy complicada, y somos conscientes de eso. Por eso, si echamos un vistazo a los resultados que hemos conseguido en 2010, estamos muy contentos. Hemos registrado un aumento del volumen de negocio del 15,7%, que es algo que no esperábamos al principio del año. Esto prueba que somos muy atractivos, tanto para el público local como para las grandes cantidades de turistas que viajan a España.

¿Tienen pensado abrir nuevas tiendas en España próximamente?

Por el momento no.

¿Cuáles son las previsiones de ingresos para el presente ejercicio para España y para el resto del mundo?

Esperamos otro año de crecimiento, pero creemos que es complicado crecer al mismo ritmo que lo hicimos el año pasado. La crisis se sentirá más en 2011 y por eso tendremos un leve pinchazo. En cuanto al resto del mundo, estamos en una excelente posición para beneficiarnos de las señales positivas que se produzcan en la economía.

El gancho de la "elegancia discreta"

Una de las principales señas de identidad de la firma es la atemporalidad de sus productos, en especial de bolsos y pret-à-porter. "Son colecciones que resisten muy bien el paso del tiempo. También destaca el uso de los mejores materiales. Las colecciones tienen una elegancia discreta, algo muy puro, nada recargado", indica Albaladejo."La gente considera que cuando compras un producto de Hermès no es solo una compra sino una inversión", explica el directivo. "No es simplemente un objeto, sino que al ser transmitido de generación en generación se vuelve algo más íntimo y más apreciado", apostilla.Considera que la explicación del aumento de los ingresos de la firma, en un año como el que acaba de terminar, está en la naturaleza de su producto. "La época del bling bling ha acabado, ofrecemos productos muy discretos, con una calidad muy alta y muy duraderos", indica.

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