_
_
_
_
Reestructuración de las cajas

Las cajas más solventes se reservan para la carrera de fusiones

Las cajas con una ratio de capital más elevada asisten a la segunda ronda de fusiones con cierta tranquilidad. Cinco de ellas (las tres vascas, Unicaja y Pollença) lucen un capital básico por encima del 10% exigido por el Banco de España para las entidades no cotizadas y se pueden permitir el lujo de tomarse tiempo para ganar tamaño. Unicaja, no obstante, sigue estando activa en las negociaciones.

Oficina de Unicaja
Oficina de UnicajaPABLO MONGE

El endurecimiento de las exigencias de capital en el nuevo real decreto para el sector financiero ha acelerado los planes de integración de las cajas, que afrontan la segunda oleada de ajustes. Pero las prisas no afectan a todas por igual. Mientras que Caja Duero-Caja España busca a contrarreloj un socio, la posición más holgada que disfrutan otras entidades les permiten encarar el proceso con más calma. Es el caso de Unicaja, con la ratio de capital más elevada del sector -su core capital o capital básico está en el 13,1%, por encima del 10% exigido por el Banco de España para las entidades no cotizadas-, las tres cajas vascas o la mallorquina Pollença. Salvo la malagueña, que según algunas fuentes podría sumarse en el último minuto al tándem formado por Caja Duero-Caja España y Marenostrum, todas se mantienen, al menos de momento, al margen de posibles uniones. Aun así, en el sector se da por hecho que la solución de las vascas pasa por una integración a tres bandas.

Ibercaja, con una ratio del 9,7%, se mantiene por el momento en solitario, si bien podría ser una de las que saltara a la palestra en los próximos días. "Nos vendría bien tener más tamaño aunque se tenga que sacrificar algo de fortaleza", sentenció recientemente Amado Franco, presidente de la entidad. La caja ha entablado conversaciones con Unicaja o Caja Duero-Caja España.

Entidades catalanas

Unnim, con un 35% de dependencia del mercado mayorista, estima que precisa una inyección de capital de 250 millones

Otra de las incógnitas es qué va a suceder con las catalanas -Unnim (Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu) y Catalunya Caixa (Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona)-, aunque todo indica que las presiones políticas ante el Gobierno central han surtido efecto para que se respete la impronta catalana de las entidades. Sus ratios de capital son de los peores del sector, del 7% y del 6,9%, respectivamente, pero se resisten a participar en el proceso de fusiones. Unnim tiene además una exposición al mercado mayorista del 35%, muy por encima del límite del 20% impuesto por el Banco de España. La caja catalana, que ya ha pedido al FROB un total de 580 millones (380 millones en la primera ronda y 200 en la segunda) estima que tiene unas necesidades de capital adicionales de otros 250 millones. De esta cifra, un tercio procederá de inversores institucionales y los dos tercios restantes de capital privado dentro del campo de actuación de la caja.

Archivado En

_
_