Grandes constructoras preparadas para lo peor
Las seis del Ibex facturan 3.400 millones menos que en 2009 en el mercado local de la construcción y auguran un difícil 2011.
Las constructoras del Ibex han terminado de adaptarse este año a un escenario deprimente para la obra civil en España. Incluso creen que 2011 será peor. ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, OHL y Sacyr, se están blindando contra el efecto de la caída de la obra local tras declarar retrocesos generalizados en sus cifras de ventas procedentes de contratos cobrados, hasta sumar 3.400 millones menos que lo facturado en 2009. Y esa cifra es superior a los 7.000 millones si se enfrentan los ingresos presentes con la cifra global de 2007.
Como vienen denunciando estas empresas, desde que el país se sumergió en la crisis, la congelación de las inversiones por parte de las distintas Administraciones ha sido el desencadenante de una contracción que ha motivado serios ajustes en gastos y estructuras para tratar de mantener la rentabilidad. Así, tras tomar decisiones drásticas para defenderse de la exposición al mercado inmobiliario, en 2010 las han tomado para rebajar la dependencia hacia la velocidad aminorada en España.
ACS, por ejemplo, ha ralentizado la ejecución de proyectos al ritmo de pago de la Administración. Su presidente, Florentino Pérez, reconoció a principios de semana que "la presión competitiva ha crecido fundamentalmente en España, lo que ha rebajado nuestro margen bruto de explotación en construcción del 7,5% al 7%". ACS ha perdido más de 900 millones en ventas de construcción nacional respecto a 2009, por lo que Pérez cree que 2011 ya no puede ser peor a la espera de la puesta en marcha del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI). Sin embargo, ACS no se duerme y se refuerza fuera, especialmente en EE UU, donde ve potencial para alcanzar una facturación de 3.000 millones y recuperar las ventas perdidas en España.
FCC también es de las que ajusta el ritmo de trabajo en las obras a la capacidad financiera y de inversión de los clientes. La pérdida del 10,8% en facturación por la obra nacional y la pequeña caída en el margen de explotación del negocio, del 5,6% al 5,3%, respalda la decisión del presidente Falcones -cree que la caída de la licitación no ha tocado fondo- de incrementar el peso de la obra internacional hasta un 60% del total, desde el actual 45%. Además de sus mercados estratégicos, la firma explora posibilidades en Brasil, Colombia o distintos países de Europa del Este.
Los hay que se han reinventado para afrontar lo que queda por venir. OHL factura como constructora en España un 40% menos que en 2007 y asegura tener preparada a la empresa para una rebaja adicional del 50%. Hoy la construcción doméstica solo aporta un 9% al Ebitda.
La cuentas de Sacyr reflejan un descenso del 26,3% en 2010 en la facturación de la constructora en España. Un hecho que contrasta con el crecimiento del 12,5% fuera del país. Desde su cúpula directiva se insiste en que se ha logrado mantener el Ebitda de construcción en 171 millones y, por tanto, el margen bruto de explotación mejora desde el 5,3% hasta el 6,1%. Un hito que se ha perseguido a base de ganar eficiencia y seleccionar los contratos. La compañía busca su futuro como constructora en EE UU, a través de obra y concesiones ferroviarias, México, Perú, Colombia o Panamá, entre otros mercados.
Notable fue la queja de José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, el pasado lunes por lo que está pasando en España. Su empresa ha visto rescindidos contratos, firmados con Fomento, por 250 millones y aplazamientos por otros 560 millones. Una cuantía que ha supuesto "un duro golpe" en su cuenta de resultados -las ventas de construcción en España han descendido casi en 700 millones respecto a 2009- y que ha obligado a Acciona a negociar compensaciones con el ministerio de José Blanco ante los gastos en que incurrió la compañía.
Para Ferrovial, el batacazo de la licitación entre 2009 y 2010 se refleja en un descenso del 14% de la cartera de proyectos en España a lo largo del último ejercicio, hasta los 3.600 millones. Un hecho que apunta que la compañía de la familia Del Pino, como el resto de sus rivales, se está comiendo los contratos sin renovarlos por nueva licitación. Ferrovial confía en amortiguar este efecto con una creciente actividad fuera. Sus filiales Budimex y Webber se encuentran en máximos históricos, y el grupo afronta importantes retos en EE UU.
Blanco y la crisis
Fomento afirma que la inversión en infraestructuras en 2011 representa un 1,3% del PIB, frente al 0,7% de Alemania o el 0,5% de EE UU.El ministerio mantiene el calendario del AVE a Galicia, valorado en 6.000 millones y a financiar con capital privado. Los pliegos se están rematando y serán remitidos a Hacienda en las próximas semanas.Fuentes empresariales creen que Blanco podría replantearse los recortes y aplazamientos de obra civil a la vista de una mejor evolución del PIB de lo previsto.