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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las decisiones salomónicas de Abertis

Si las decisiones del rey Salomón son paradigma de lo justo, en Abertis acaban de tomar una decisión entre salomónica y contemporizadora (que se ajusta al gusto o dictamen ajeno por algún respeto o fin particular, según el diccionario de la Lengua Española).

La firma de infraestructuras va a reorganizar su estructura segregando la filial Saba del grupo cotizado. De este modo, la nueva Abertis Infraestructuras se quedará con las autopistas, telecomunicaciones y aeropuertos -verdadero núcleo duro- y la no cotizada Saba Infraestructuras operará aparcamientos y parques logísticos.

Es una tentación recordar que esta decisión, como la de la reciente desinversión en Atlantia, se toma tras la entrada de CVC en el capital. Y es que la irrupción del capital riesgo le cambia el perfil al más pintado. Pero en Abertis, cualquier propuesta drástica choca con una cultura conservadora, la que encarnan su presidente, Salvador Alemany, y hasta el momento su primer accionista, Criteria. Al parecer, ni el uno ni los otros son de vender y olvidarse. Máxime cuando Saba fue uno de los motores en el arranque de Abertis.

Si a CVC, o a cualquier otro, se le ocurrió sugerir en el consejo la desinversión en Saba (Ferrovial y FCC vendieron sus aparcamientos y Acciona los tiene en venta), el presidente Alemany ha contemporizado. Y lo habrá hecho, probablemente, ante la disparidad de opiniones.

Segregar Saba es un modo de vender y mantener al mismo tiempo. Incluso es un camino de captar capital para futuras inversiones y generar valor para los accionistas. Y eso se hace ofreciendo a los actuales partícipes la posibilidad de aceptar un dividendo extraordinario en acciones de Saba Infraestructuras, o la opción de hacer caja cobrando en efectivo.

ACS, tercer accionista de Abertis y con el voto ligado al de CVC, declaró el viernes que no se ha decantado aún. "Seguimos alineados con el proyecto de Abertis", dijo Florentino Pérez pese a haberse desprendido de un 15,5% de su participación.

El capital de la actual Abertis cuenta con la presencia de Criteria, CVC, ACS y otros. Una vez separada, el plan trazado para Saba pasa por captar nuevos partícipes de perfil financiero. Lo preferible es que estos aporten capital, no activos, para culminar las inversiones en los parques logísticos de Lisboa y Santiago de Chile, y acometer otras nuevas.

A falta de que cada accionista se pronuncie (acciones o cheque), la propia Abertis se convertiría en accionista de Saba si no se consigue cubrir el 100% del valor calculado para la sociedad. Un trabajo, el de la tasación y fijación de una ecuación de canje, que se lleva a cabo en estos momentos.

El porqué de elegir aparcamientos y logística para sacarlos de la estructura se explica desde el punto de vista financiero: se trata de una de las áreas que menor impacto genera al abandonar la cotizada. Los negocios que se integrarán en Saba pesan un 4,5% en las ventas y generan el 3,5% del Ebitda.

De cara a nuevos inversores también constituye una solución realista para los tiempos que corren. Siempre será más sencillo, por el volumen de las operaciones, levantar capital para aparcamientos y parques logísticos que para grandes autopistas o aeropuertos.

A estos puntos, se suman al menos otros dos condicionantes que obligan a Abertis a reinventarse. Su deuda neta de 14.651 millones puede asustar a más de un banco a la hora de financiar nuevos proyectos. Sacando Saba del perímetro de consolidación Abertis elimina su deuda (275 millones) más la que cuelga de muchos de sus activos. De forma paralela, se emitirán bonos por unos 1.000 millones para ir reestructurando el pasivo financiero. Abertis tiene un vencimiento de 2.300 millones en 2013 que quiere atajar cambiando deuda bancaria por bonos.

Además, la empresa apenas ha movido ficha tras la compra de las autopistas chilenas de Itínere en 2008. Y cada día que pasa es un día menos para hacer caja en sus concesiones, un negocio que siempre tiene fecha de caducidad. Es decir, la inversión es la razón de ser de Abertis. Y crecer requiere centrarse en los negocios estratégicos.

Por último, Saba es una empresa que nace con vocación de cotizar en Bolsa. No lo hará en el corto plazo, pero si gana el volumen necesario sus accionistas optarán a dividendos crecientes e incluso a nuevas oportunidades de hacer caja.

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