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Pistas

Una bodega con los calados más antiguos de La Rioja

Un laberinto de pasillos subterráneos de los siglos XVI y XVII acoge los vinos de Marqués de Arviza.

Durante años el edificio permaneció cerrado, un tiempo en el que sirvió de refugio para multitud de vendimiadores que, llegados de diferentes lugares, venían a recoger la uva de la zona. Un gran incendio destruyó parte de las instalaciones y fue necesaria una gran obra de reconstrucción y rehabilitación para hacer de la vieja bodega el lugar que es hoy día. En Fuenmayor, en el corazón de La Rioja, las bodegas Marqués de Arviza son las segundas más antiguas de la denominación, después de Marqués de Riscal. Sus instalaciones datan del año 1874 y se levantan sobre más de 450 metros de calados de los siglos XVI y XVII. Y se han convertido en uno de los atractivos del lugar, que visitan cada año cerca de 10.000 personas.

Los propietarios, Antonio Ruiz y María Luisa Lázaro, tienen presente la tradición y el valor de esta pequeña joya que forma parte del patrimonio artístico como un legado de la historia riojana, y han mantenido la disposición original de los edificios y calados, convirtiendo la visita a la bodega en una pequeña aventura subterránea por oscuros pasillos y recovecos.

Cada uno de los arcos que componen estos pasadizos, destinados a la elaboración y crianza de los vinos, representa un invierno de trabajo y dedicación. Todo ello contribuye a que las condiciones térmicas sean inmejorables para la crianza y almacenamiento de los vinos.

Sumergirse en estos calados subterráneos, de más 450 metros de profundidad, es volver al pasado, y conectan con otro interesante edificio del siglo XVII, que alberga la zona social, donde se puede disfrutar de un almuerzo de trabajo o de un aperitivo, de techos altos y artesonado de vigas de madera.

La bodega posee además 38 hectáreas de viñedo propio enclavadas en bellos parajes riojanos, como Alberite, Fuenmayor, Murillo o La Unión. Las variedades de uva que cultivan son tempranillo (25 hectáreas), graciano (10 hectáreas) y mazuelo (3 hectáreas).

Con otro estilo mucho más actual y vanguardista, los propietarios de Marqués de Arviza, que no conciben otra vida que la dedicada a la viticultura, han levantado su bodega más personal, que curiosamente lleva el nombre de Antiguas Viñas de Rioja, donde elaboran de manera sencilla cuatro caldos: Viña María Luisa, Calavia (joven y crianza) y el vino de autor Audius. Tienen pasado, viven de manera intensa el presente pero quieren futuro. Y para ello trabajan.

El Tractor, la gran sorpresa

Dentro de la arteria de Marqués de Arviza reposan los vinos Arviza (crianza y reserva) y uno de los caldos más interesantes del momento, El Tractor 2007 (20 euros). En diferentes catas ha sido reconocido como uno de los vinos con más personalidad y alma del año. Elaborado con tempranillo y graciano, procede de cepas de 70 años de edad, y tiene una crianza en roble de 16 meses.Un soplo de aire fresco dentro del encorsetamiento que vive esta denominación de origen, sujeta a rígidos parámetros que no dejan margen de maniobra a los bodegueros. Por ejemplo, no hay cabida para otra madera que no sea roble americano o francés para las barricas. El precio oscila entre los 300 euros de las primeras y los euros 600 las segundas.

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