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Josep Pons - Director de la Orquesta Nacional de España

"La orquesta que dejo a mi sucesor es un caramelo"

Da las claves comerciales del ascenso de la orquesta en las plazas internacionales más importantes y defiende el papel curativo de la música para los desempleados.

A sus 53 años lleva a sus espaldas una prolífica carrera como director de orquesta y productor musical. Ha dirigido la orquesta de la ciudad de Granada y ha actuado con algunas de las sinfónicas internacionales más importantes. Desde 2003 dirige la Orquesta Nacional de España (ONE), con la que puesto en marcha un ambicioso proyecto comercial y artístico. En 2012 abandonará este puesto para encargarse de la dirección de la orquesta del Liceo de Barcelona.

¿Cuál es el balance de su paso como director de la ONE?

El balance es muy positivo, porque el camino recorrido es enorme. El resultado se ve y se oye, pero también hay un gran apartado que ni se ve ni se oye y que es inmenso. Ha habido una renovación de la estructura, se han incorporado nuevas plazas, se ha definido un proyecto artístico y hemos diseñado un proyecto educativo muy potente. Hemos publicado libros y discos con Deutsche Grammophon. Ha habido una fuerte reconversión interna y también una fuerte expansión internacional. En definitiva, de lo que yo recibí a lo que yo cederé no hay color. Son dos mundos diferentes.

¿Cómo definiría la orquesta que legará a su sucesor?

Es un caramelo, un dulce, algo de pastelería... Es un gran proyecto. Esta orquesta está en una gran capital, ocupa un gran auditorio, tiene un número muy alto de abonos, celebra tres conciertos semanales y cuenta con un presupuesto importante. Tiene una programación donde están los mejores nombres del mundo. Con la ONE actúan los solistas que están en la franja alta de la tabla y conseguir esto semana tras semana es mucho. Ha costado trabajo conseguir estas cosas, porque para lograrlo hay que fidelizar al público y crear un programa muy atractivo.

La orquesta nacional se ha situado en el panorama internacional. ¿En qué podemos apreciarlo?

Para conseguir un buen programa de giras se debe trabajar durante muchos años. Hay muchas orquestas que giran, pero lo hacen de forma anecdótica o en teatros minoritarios. Es como salir de excursión. Sin embargo, tener un plan de giras es distinto. Para ello tienes que contar con tus propios vendedores, debes crear una marca y situarla en el mercado. Y para hacerlo hay que recurrir a buenos vendedores, buena distribución y buena representación. Debes estudiar tu producto y colocarlo en el sitio adecuado. Esto significa que necesitas estar en contacto con los agentes que dominan el mercado en los diferentes puntos de Europa, de Asia, de América del Norte y del Sur. Son contactos muy específicos en cada caso, que conocen el terreno y que pueden conseguir que formes parte del cartel de los grandes auditorios.

¿Cómo se encuentra el mercado de giras internacionales en la actualidad?

Pues completamente paralizado debido a la crisis. Peros seguimos haciendo cosas importantes, como la difusión de nuestro trabajo a través de la grabación de discos. Por el momento, hemos publicado solo uno, una colaboración de la ONE con Tomatito, que ha sido distribuido por Deutsche Grammophon y que ha conseguido un Premio Grammy. Ha supuesto para nosotros un espaldarazo tremendo de ventas y prestigio. Hemos grabado uno más, que contiene piezas de Ravel y Debussy y que saldrá al mercado en mayo. Y ahora estamos grabando dos más: el primero es música de Manuel de Falla con Estrella Morente, y el segundo es una colaboración con Patricia Petibón. Todos los hemos grabado con Deutsche Grammophon, lo que garantiza una amplia distribución.

¿Han afectado los recortes de gasto público por la crisis?

Sí. En primer lugar, hemos sufrido un recorte en los sueldos del 5%, como el resto de los funcionarios de la Administración, pero también ha afectado mucho a las operaciones comerciales. En concreto, los fondos destinados a la producción han caído un 12% para esta temporada, lo harán un 24% en la siguiente y un 36% en 2013. Los recortes afectan principalmente a operaciones comerciales. En este sentido, hemos tenido que cancelar un plan de giras en Estados Unidos única y exclusivamente por la crisis.

¿Cómo diría que le ha afectado la crisis en su vida profesional?

Yo he notado la crisis en mi labor en la Orquesta Nacional, sobre todo en las salidas al extranjero. Pero entre el 50% y el 60% de mi actividad la desarrollo fuera de España. Y fuera no he notado absolutamente nada.

"Podemos ayudar a sobrellevar la crisis"

El director de la ONE subraya que la música clásica ha recorrido un camino muy largo en los últimos 25 años y que los compositores españoles, como José María Sánchez Verdún, José María Sotero, David del Puerto, Jesús Rueda o Jesús Torre, se hallan plenamente integrados en el mercado internacional.

Después de que pase esta época de recortes, ¿en qué ámbitos relacionados con la ONE se debería seguir invirtiendo?En estos momentos de crisis, nosotros podemos ayudar mucho. Debemos tener en cuenta que no hemos tenido descenso en el número de abonos e incluso hemos aumentando la venta en taquilla, tique a tique. Creo que en estos momentos habría que estudiar una subvención directa para que quien ha perdido su empleo pudiera tener un acceso muy cómodo o gratuito a las actividades culturales. Les ayudaría a sobrellevar esta situación tan dramática. ¿Cómo definiría el perfil artístico de la ONE?Tenemos diversas caras en función del lugar en el que actuemos. Fuera de España somos la orquesta de referencia para los grandes autores españoles, como Manuel de Falla o como la zarzuela del siglo XIX. En Madrid debemos dar novedad, variedad y diversidad, es decir, programar una temporada amplia que toque diferentes géneros musicales. Y también debemos ser los anfitriones para los grandes solistas y directores internacionales que actúen en España.

Hace un tiempo aseguró que a la música española le queda camino por recorrer. ¿En qué situación se encuentra ahora?Si comparamos la situación de la composición en Francia y Alemania, nos llevaban ventaja. La mantienen, pero cada vez menos. En ciertas cosas estamos a la cabeza. Por ejemplo, el circuito de auditorios en España supera al de cualquier país en el mundo. El camino recorrido es impresionante, porque casi todo lo hemos hecho en 25 años.

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