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Bingen Aranzabal. Director general del grupo Batz

"Nos han ofrecido comprar más fábricas en Alemania"

El responsable del grupo del sector auxiliar de automoción presentó ayer su planta en Brasil y afirma que les han ofrecido comprar más fábricas en Alemania

El grupo Batz, una cooperativa integrada en Mondragón Corporación con sede en Igorre (Vizcaya), ha dado un salto cuantitativo y cualitativo para ser un referente en el sector auxiliar de automoción. Bingen Aranzabal, su director general, asegura que la compra de la firma alemana FPK, que le ha supuesto adquirir sus plantas en Alemania, Brasil y el 50% que tenían en una fábrica en Vizcaya, les permite ampliar y consolidar su catálogo de componentes que hacen más ligeros a los vehículos. Batz, que con esta operación cierra hasta 2012 el capítulo de adquisiciones, debe tener crédito porque, según afirma Aranzabal, "nos han ofrecido comprar más factorías en Alemania".

¿Cómo se ha materializado la compra de la alemana FPK?

Mondragón Inversiones y FPK tenían una fábrica al 50% en Zamudio (Vizcaya). El pasado año, la sociedad matriz de FPK entró en quiebra y Volskwagen, su principal cliente, nos ofreció que nos quedáramos con sus plantas en México, Brasil y la situada en Alemania. Les dijimos que la de México no nos interesaba porque ya estábamos allí. Apostamos entonces por la factoría alemana y nos hicimos con su 50% de la Zamudio. A final de año pasado decidimos quedarnos con la de Brasil, la última que faltaba por asignar y que reanimáramos ahora oficialmente.

¿Qué aporta esta compra?

Completa nuestro catálogo con la inclusión de productos estructurales y aerodinámicos en plástico reforzado para el sector de automoción. También consolida nuestro proceso de internacionalización. En cifras serán 40 millones en 2011 y 265 personas más. El grupo Batz, que incluye sistemas (componentes) y troquelería cerrará este año con una facturación de 150 millones y 1.100 personas.

No es muy habitual que empresas españolas compren sociedades en Alemania...

Hemos tenido más ofertas para adquirir otras compañías del sector de automoción en Alemania, unas propuestas que han procedido de los propios fabricantes de automóviles que pretenden evitar la desaparición de sus proveedores. La factoría que hemos adquirido en ese país debe mejorar la productividad y ampliar su cesta de clientes.

La industria auxiliar del automóvil también está tocada por la crisis. ¿Cuál es su estrategia?

La compañía se fundó hace 50 años para fabricar troqueles para automoción, una línea de negocio que ahora está atravesando importantes dificultades. En 1980 se decidió dar un salto y crear la división de sistemas (componentes). Para ello tuvimos bien claro desde el principio es que, a pesar de pertenecer al mismo grupo, son dos negocios absolutamente diferenciados. En las dos actividades hemos crecido pero en el de componentes ha sido más exponencial.

Poco a poco, van sumando más plantas en el exterior ¿Peligra el futuro de las que se ubican en España?

Creemos que nuestra salida al exterior sirve para consolidar las plantas españolas. Nos hemos marcado una estrategia de desarrollo de producto y de poder dar respuesta a los proyectos globales. Desde Igorre (Vizcaya) gestionamos la ingeniería y el control de calidad. No necesariamente los productos procedentes de países de bajo coste tienen que ser competitivos. Los fabricantes de vehículos quieren precios "chinos" con calidades europeas y nosotros lo podemos ofrecer.

Montar una nueva planta en China

La nueva planta de Batz en Brasil cierra, provisionalmente, gran parte de su mapa productivo a nivel internacional, según Bingen Aranzabal. El atlas, sin embargo, se puede ampliar con una fábrica en China, que sería la segunda, a la espera de que el mercado indio tenga la suficiente masa crítica con series productivas que supongan la fabricación de más de 40.000 vehículos. En Rusia, "un país complicado", Batz no lo tiene "claro".

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