El Parque Científico de Valencia, copado por proyectos innovadores
La Universidad de Valencia crea un semillero para fomentar el desarrollo de ideas preempresariales.
En España existen muchas cosas, pero ¿científicos? Así de claro se ha mostrado Juan Antonio Raga, director del Parque Científico de la Universidad de Valencia (PCUV), a la hora de explicar la falta de cultura de la innovación que todavía hay en España y la urgente necesidad de paliar esta situación.
"Ponerse las pilas es la única alternativa", y las universidades valencianas llevan años trabajando a marchas forzadas para impulsar el desarrollo de proyectos innovadores en la comunidad autónoma. El PCUV es uno de los ejemplos más activos e integra la red de parques científicos valencianos, donde también están incluidos los de la Universidad Politécnica, de Castellón, Elche y Alicante.
Creado hace apenas dos años, el Parque Científico de la Universidad de Valencia ya nació con la intención de trasladar la investigación universitaria al sistema productivo. No en vano, de la mano de este parque, que en la actualidad está integrado por 70 empresas de corte innovador, nacía un vivero empresarial que está posibilitando la gestación de entidades. Hasta el momento, este vivero ya ha alojado a 29 empresas, generando 120 puestos de trabajo directos.
Empresas desgajadas (spin-off) de la Universidad de Valencia, principalmente entidades que tengan una base científico-investigadora con desarrollo de I+D o de base tecnológica son los requisitos que tienen que cumplir las firmas que recurran a este vivero, cuyo índice de rotación es como máximo de tres años. El tiempo que tardan en "hacerse mayores" y pasar a ocupar un espacio en el parque científico.
El vivero cuenta con 1.350 metros cuadrados de espacio, donde las entidades alojadas disponen, entre otras instalaciones, de minidespachos y sala de juntas, así como de recintos acondicionados para firmas con alto componente de investigación; el máximo de empresas que puede alojar es de 22, aunque depende del tamaño de las mismas y sus necesidades. Actualmente solo hay 11 instaladas.
Una de las novedades del parque es la reciente apertura de un semillero, que pretende apoyar un paso previo al proyecto empresarial. Es decir, "los chicos tienen la idea y el parque les ofrece la posibilidad de desarrollar su proyecto preempresarial", señala Raga. Hace solo un mes que el semillero se ha puesto en marcha y ya cuenta con ocho firmas en sus instalaciones, relacionadas sobre todo con el campo de la tecnología de la información y comunicaciones (TIC), además de con la eficiencia energética, traducciones especializadas, etcétera.
En el Parque Científico de la Universidad de Valencia, por su parte, son la biotecnología, sobre todo, además de la salud, la electrónica, la nanotecnología, la energía y el medioambiente, así como las ciencias sociales y las humanidades, las áreas de actividad que copan la mayoría de las instalaciones, que el próximo mes de abril se verán ampliadas. El proyecto prevé un nuevo edificio que alojará a 10 nuevas empresas, debido a la creciente demanda. En estos momentos el parque, donde trabajan un total de 1.300 personas, aloja también a diversos institutos de investigación de la Universidad de Valencia.
La Universidad Politécnica de Valencia es otro de los ejemplos a seguir en el apoyo a la innovación. Esta institución ha sido una de las decanas no solo en esta comunidad autónoma, sino en toda España, en el desarrollo de programas de fomento de empresas innovadoras, spin-offs de la Universidad, siendo una de sus iniciativas más destacadas la fundación, en el año 1992, del Instituto Ideas para la Creación y Desarrollo de Empresas.
El nacimiento de este instituto ha permitido el establecimiento de 400 nuevas empresas innovadoras (con un elevado índice de supervivencia), así como la creación de más de 4.000 puestos de trabajo en la comunidad en los últimos 15 años. Su excelencia entre los programas de creación de empresas universitarias le valió el Premio Empresarial Europeo en 2009.
Por su parte, el parque científico de esta universidad (Ciudad Politécnica de la Innovación), fundado en el año 2002 en el campus de Vera, acoge a 26 institutos de investigación y a unas 30 empresas de base tecnológica, además de las unidades de la universidad como el instituto Ideas.
Cuatro experiencias en el vivero del PCUV
Intenanomat. Nanopartículas de diamante, oro y platino para la industria cosmética son sus productos actuales, pero su estrategia a medio plazo es desarrollar nanopartículas para la biotecnología, la optoelectrónica y la energía fotovoltaica y fototérmica. Actualmente, junto a otras empresas, Intenanomat prepara proyectos europeos para conseguir financiación.Kerwit. El desarrollo de sensores inalámbricos de ultrabajo consumo es la principal actividad de esta entidad. Kerwit, que en 2012 ya prevé facturar un millón de euros, según su fundador, Carlos Cabezas, trabaja en la actualidad en una solución de gestión eléctrica para viviendas, que permitirá controlar el consumo de luz gracias a unos sensores, un PC o un móvil.Exit Geoconsult. Esta consultora realiza estudios territoriales de medioambiente, urbanismo, turismo, arqueología y sistemas de información geográfica utilizando las TIC. Entre los proyectos de Exit, que ya tiene seis clientes, según asegura su creador, Luis Quesada, destaca una herramienta de geoposicionamiento de información en la web para fines turísticos.Arpamet. Comunicarse en tiempo real por teléfono videoconferencia con el médico o el abogado es lo que permitirá la comercialización de las plataformas de comunicación que en estos momentos desarrolla Arpamet, instalada en el vivero desde el mes de agosto. Un proyecto que le ha supuesto una inversión de 50.000 euros, dice Héctor Pérez, su fundador.