Vitoria defiende su marca verde para atraer nuevas empresas
La ciudad quiere aprovechar su título de Capital Verde Europea en 2012 para ganar peso internacional y atraer proyectos empresariales.
La proyección internacional que busca obtener Vitoria desde que a finales de 2010 fuera designada en Estocolmo y a lo grande Capital Verde Europea en 2012 empieza tímidamente a cumplirse. En solo dos meses, las visitas online en su página web de turismo se han duplicado y el ayuntamiento recibe decenas de invitaciones para participar en los foros internacionales más prestigiosos sobre desarrollo sostenible.
Puede decirse que con este galardón -recién recibido, la primera capital verde fue Estocolmo, en 2010-, Vitoria ha entrado de lleno en el mapa europeo de la mano de una apuesta de futuro. Porque el medio ambiente es cada vez menos anecdótico y las ciudades empiezan a ser conscientes de que ofrecer calidad de vida no solo mejora, y en mucho, la calidad de vida de los ciudadanos, sino que además es un imán para atraer empresas y crear tejido económico.
En este sentido, "queremos ser una marca de calidad que ofrezca valor añadido a los proyectos empresariales", explica orgulloso Patxi Lazcoz, alcalde de Vitoria. "Ningún municipio en el País Vasco tiene tanto suelo productivo sin necesidad de realizar desmontes", añade. La alcaldía piensa aprovechar esta oportunidad, "inimaginable hace unos meses", señala Lazcoz, para promover su sello de calidad allá donde sea necesario.
La futura red del AVE vasco será un acicate para la creación de empleo
La ciudad se ha trabajado su tarjeta de visita durante tres décadas. Toda su periferia ha pasado de ser una zona desecada a recuperar el humedal de Salburua. Su recuperación arrancó en 1994 y ahora es una extensión de 196 hectáreas de ríos, humedales, prados y campos de cultivo. Vitoria es de hecho una de las ciudades en España con mayor índice de espacios verdes por habitante.
La afición a la bicicleta ha convertido las dos ruedas en un medio de transporte prioritario para el que sus 239.000 habitantes disponen de 97 kilómetros de carriles. La oferta de una nueva movilidad ha supuesto la apuesta decidida por el transporte público y ha devuelto al tranvía a las calles de la ciudad. Se ha modificado la red de autobuses para que sus ciudadanos no tengan que esperar más de 10 minutos en ninguna de las 256 paradas.
El desarrollo de espacios verdes ha llevado a la creación de huertos ecológicos, una seña de identidad que sirve a los vecinos mayores de 55 años. El ayuntamiento cede gratuitamente una extensión de tierra para su explotación, previa realización de un curso práctico.
Que la apuesta medioambiental es una baza para lograr mayor competitividad lo demuestra la fabricación de la primera furgoneta eléctrica de Mercedes Benz, cuya línea de producción arrancó hace dos semanas en Vitoria. El sector verde es precisamente una prioridad para el Gobierno regional en su política de atracción de empresas.
Aunque Vitoria ya es una de las regiones con menor índice de desempleo en España, el título de urbe verde no supondrá creación inmediata de empleo. "No creo que en 2012 registremos un repunte económico", apunta Lazcoz. La suya quiere ser una experiencia que sirva de trampolín para figurar entre aquellas urbes que eligen las empresas para instalarse.
Asume Lazcoz que la apuesta sostenible ha llegado para quedarse. "No nos queda más remedio, no podemos competir con los costes de producción de los países emergentes, tenemos que ganar en valor añadido, y ahí queremos concentrar nuestra oferta urbana", añade el alcalde.
De gran ayuda será la llegada del tren de alta velocidad, previsto para 2015. "Será un eje vertebrador, nos dejará excelentemente bien comunicados, a solo dos horas de Madrid". Con la Y vasca, la red de ferrocarril que unirá las tres provincias, Vitoria se pondrá a 24 minutos de Bilbao y a 32 de San Sebastián. Y con estas dos ciudades, Vitoria quiere crear "una colaboración competitiva para estar en el escenario global", es decir, hacerse con parte de la tarta de sedes empresariales y atracción de capitales. "Bilbao, por ejemplo, ya no puede acoger proyectos empresariales por falta de suelo", explica Lazcoz. Y ahí estará la Capital Verde Europea, aprovechando la visibilidad internacional que le dará este título para crear músculo de ciudad que cuenta.