Weber dice que su oposición a la compra de bonos habría perjudicado a sus aspiraciones en el BCE
El hasta ahora presidente del Bundesbank, Axel Weber, concede una entrevista en el diario 'El País', donde explica que ha adoptado posturas "claras" en los últimos meses, como su oposición a la compra de bonos del Tesoro por parte del Banco Central Europeo. Ello no ha contribuido a la relación con algunos gobiernos y habría afectado "de forma adversa" una posible candidatura para encabezar la institución.
Su repentina dimisión al frente del Bundesbank y la retirada de su propuesta a la presidencia del Banco Central Europeo lo han colocado en la picota estas últimas semanas. Axel Weber habla con nitidez de los motivos que le han llevado a tomar estas dos decisiones.
Respecto a la súbita salida de la entidad alemana asegura sentirse sorprendido de las reacciones que ha despertado su anuncio, tanto en la canciller Angela Merkel como en el extranjero. "Llevo siete años al timón de esta institución, después de haber asumido el cargo en un momento muy complicado", dice. "Durante mi mandato, el Bundesbank se ha reorientado y consolidado [...]. Desde mi perspectiva, eso significa misión cumplida". Y remacha: "Muchos de mis homólogos europeos solo pueden estar un mandato, que a menudo es de menor duración, y no se puede alargar".
En cuanto a sus aspiraciones en el BCE, dice que sigue siendo contrario a la compra de bonos del Tesoro y que sus manifestaciones en este sentido "no siempre han servido para mejorar mi aceptabilidad como individuo de cara a ciertos Gobiernos. Por esta razón, desde mayo del año pasado he visto claramente que esto iba a afectar de forma adversa a mi posible candidatura".
Weber también alude a la irritación que esa determinación ha causado a la canciller alemana: "En enero le indiqué que no quería participar en ninguna solución integral, en el sentido de vincular cuestiones técnicas con decisiones personales [nota del editor: cabía esperar que Merkel tuviera que hacer concesiones en algunas cuestiones relacionadas con el euro para que nombraran a Weber, su candidato favorito, presidente del BCE]. También le dejé claro que era totalmente independiente en sus negociaciones y que no debía comprometerse a nada por mi causa. No estaba decidido que yo fuera a ser el candidato, solo había un acuerdo de que se volvería a tratar el tema en marzo. Y yo ya había tomado mi decisión en enero".