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Deuda pública

Gross y Bernanke cruzan apuestas sobre los bonos soberanos de EE UU

Pimco vende la deuda mientras la Fed la compra.

Son dos de los hombres más poderosos en el mundo financiero. Y están enfrentados. El mayor gestor de renta fija del mundo, Bill Gross, ha reducido drásticamente sus inversiones en bonos de EE UU por la política del responsable de la Reserva Federal.

Gross, que gusta de presumir de su pasado como jugador de Black Jack (versión americana del juego de cartas de las siete y media), no apuesta calderilla. Su fondo Pimco Total Return Fund es el mayor del mundo, con activos por 240.000 millones de dólares, unos 177.000 millones de euros. Y en su última puja tiene un adversario a su altura. Ben Bernanke.

En el primer mes del año, Gross ha recortado al 12% desde el 22% el porcentaje de la cartera del Pimco Total Return Fund dedicada a deuda pública de EE UU. En agosto del año pasado estaba en el 51%. ¿La razón? La política de compras de deuda y tipos extraordinariamente bajos practicada por la Reserva Federal de EE UU. Las ventas de bonos por Gross han superado, así, los 90.000 millones de dólares en menos de medio año.

El mayor fondo del mundo ha recortado del 22% al 12% su cartera en un mes

La política de recompras de deuda y tipos bajos, teóricamente, favorece el precio de la deuda pública al contener el alza del rendimiento. Pero tiene un riesgo si repunta la inflación, precisamente de lo que alerta Gross. La inflación merma la rentabilidad real de los bonos, y por ese motivo las expectativas de alzas de precios se traducen en caídas en el precio de la deuda y aumentos del tipo de interés.

Desde octubre, los bonos del Tesoro de EE UU a 10 años han pasado de cotizar en el entorno del 2,4% hasta tocar un máximo del 3,6%, dando la razón a Gross. Los bonos protegidos contra la inflación (TIPS) han aumentado en similar medida, del 0,4% al 1,4%. Pero si el diferencial entre ambos activos se puede interpretar como medida de las expectativas de inflación, éstas no han crecido en gran medida. El debate está sobre la mesa.

Mientras tanto, la Fed mantiene su política de compra de deuda, pese a que esta empieza a dividir a sus miembros. Algunos de los responsables de la política monetaria manifestaron sus dudas en la reunión de ayer, abriendo el debate sobre la llamada "estrategia de salida". Es decir, cómo retirar unos estímulos monetarios extraordinarios que, según Gross, son "un arma diabólica". El fondo de Gross subió un 7% el año pasado. Pero si algún particular piensa invertir, debería tener en cuenta que la aportación mínima admitida es de un millón de dólares.

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