_
_
_
_
Se ciñe al presupuesto anual

FCC da un giro a su política y decide no comprometerse con un plan estratégico

FCC ha consolidado la apuesta por elevar su presencia en las energías renovables y generar en el exterior el 60% de sus ventas de aquí al año 2013. Pero se ha decantado por no presentar un plan estratégico trienal, que se esperaba para el mes de marzo, con objetivos económicos explícitos. El grupo operará con el presupuesto anual como guía y no encorsetará su política con previsiones a más largo plazo.

FCC da un giro a su política y decide no comprometerse con un plan estratégico
FCC da un giro a su política y decide no comprometerse con un plan estratégicoPABLO MONGE

La cúpula directiva de FCC va a librarse de las cadenas que supone todo plan estratégico, como el que la empresa iba a presentar el próximo mes de marzo. Fuentes de toda solvencia aseguran que la compañía ha dado marcha atrás en su intención de hacerlo público y, por tanto, no marcará objetivos de facturación, Ebitda o inversión a tres años vista, como venía haciendo antes de la crisis.

En todo caso, FCC servirá en la próxima presentación de resultados, o futuras comparecencias públicas de sus ejecutivos, un ramillete de datos que marcarán el camino a analistas e inversores. Uno de los retos cuantificable es el de no elevar por encima de 3,5 veces la deuda con recurso respecto al Ebitda. Otros dos ratios que aparecerán en futuras declaraciones de FCC son que se debe alcanzar el 60% de las ventas fuera de España (a 30 de septiembre el balance era de 54% nacional y 45% internacional) de aquí a 2013, y que el área de Energía tiene como reto alcanzar un peso del 20% sobre el Ebitda, desde el 4,85% actual, en un plazo de tres a cinco años. Un periodo en el que la FCC Energía buscará alcanzar los 2.000 megavatios en renovables.

Más allá de esto, el grupo que controla Esther Koplowitz está decidido a ligar su modus operandi al presupuesto anual, que será el que condicione el día a día. Y será así mientras no se supere el actual momento de incertidumbre.

El grupo apuesta por las energías renovables, la expansión internacional y por aumentar su eficiencia

A grandes líneas, FCC se reafirma en los puntos fundamentales del plan estratégico 2010-2013 que estaba a punto de publicar. Es decir, da la máxima importancia a la diversificación geográfica y de negocio. China, India, Brasil o los Emiratos se colocan en el centro del tablero en el que mueven sus fichas el presidente Baldomero Falcones y su equipo. En esos países, junto a EE UU, debe aflorar buena parte del crecimiento fuera de España.

En el capítulo de inversiones, se analizarán operaciones corporativas que complementen la actividad en el exterior. De forma paralela el grupo estudia desinversiones puntuales en activos ya maduros, a imagen y semejanza de lo que hizo con las ITV o los aparcamientos.

En servicios urbanos, se mantiene la estrategia que Falcones denomina de "mancha de aceite", extendiendo la presencia del grupo a aquellos mercados en los que ya tiene actividad, principalmente como constructora.

Aumentar la eficiencia es otro de los mandatos que, a todas luces, renovará la cúpula directiva, con algún ajuste aún en términos de personal en servicios centrales y con la creación de un entorno tecnológico que dé soporte a todo el grupo a largo plazo.

A por un perfil renovado de la empresa

En un entorno de incertidumbre como el actual, las empresas no están para grandes compromisos. En el sector de la construcción e infraestructuras, apenas eran Acciona y FCC las grandes que plasmaban negro sobre blanco cómo creían que iba a ser su evolución en términos de ventas y beneficio. Pero el grupo que preside Baldomero Falcones ha abandonado esa práctica movido por la dificultad y el encorsetamiento que supone establecer proyecciones a tres años y vista.Del plan 2008-2010 queda el mal sabor de boca para FCC de haber estado lejos de unas expectativas pulverizadas por la crisis. Al cierre de 2010 ni se piensa en los 18.000 millones en ventas proyectados; el Ebitda se va a quedar a unos 1.000 millones de los 1.500 millones que se esperaban, y el resultado neto estará en torno a los 307 millones, frente a los 600 millones que se marcó FCC como meta.Sin embargo, en la construcción ya es un logro mantener los números negros y FCC presenta retos superados: prácticamente ha cumplido el plan de inversiones (4.020 millones entre 2008 y 2010), no ha sacrificado sus negocios clave con desinversiones, ha entrado en sectores estratégicos, como el de las energías renovables, y apunta hacia campos de crecimiento.La entidad apostará por la innovación con el fin de suplir el papel que hasta antes de la crisis tuvieron el negocio inmobiliario o el cemento. Las grandes infraestructuras, la generación de energía a partir de los residuos, la eólica marina, o el coche eléctrico son apuestas firmes. La clave es encontrar negocios que generen sinergias: sea porque son intensivos en consumo de hormigón, porque pongan en valor las basuras, precisen emplazamientos en núcleos urbanos, etcétera.

Archivado En

_
_