Alierta augura un acuerdo cercano con Google
La relación entre las operadoras y los proveedores de contenidos, como Google o Apple, puede estar a punto de cambiar. El presidente de Telefónica ha augurado en Barcelona un acuerdo inminente entre las dos partes respecto a la financiación de las inversiones en infraestructuras.
En el estrado estaban presentes los máximos ejecutivos de las cinco mayores operadoras del mundo; una suma de 2.000 millones de clientes entre ellos. Y nunca se vio tanta unanimidad. Como si fuera una sola voz, los responsables de China Mobile, AT&T, Vodafone, América Móvil y Telefónica reclamaron desde el Mobile World Congress de Barcelona el final de las barreras regulatorias para el sector y la creación de un sistema abierto -en contraposición a las plataformas cerradas características de Apple-, únicas medidas capaces de disparar la demanda de nuevos servicios y aplicaciones que requiere el nuevo mundo digital. Todo ello sin citar a Apple y a Google o incluso con la afirmación de que nada de lo dicho iba contra ellos, pero con los dos gigantes de internet como invitados ausentes de excepción.
César Alierta fue uno de los más combativos respecto a la necesidad de un nuevo marco para la financiación de las infraestructuras de Internet. Según las cifras que maneja la compañía de diversas casas de análisis, la explosión que se espera de los datos y las aplicaciones requerirán inversiones que pueden rondar los 230.000 millones en Europa hasta 2014, incluidos los desembolsos en fibra hasta el hogar y en redes móviles. ¿Y quién va a pagar estas inversiones?, se preguntó el presidente de Telefónica.
"Todos tienen que participar en los costes", se respondió, en un encuentro posterior con periodistas, en clara alusión a los proveedores de contenidos, con Google a la cabeza. Y la respuesta va a verse pronto. "2011 será un año muy importante. Llegaremos a un acuerdo", señaló. El ejecutivo reconoció que "hay conversaciones con todo el mundo y cada vez más" para encontrar un modelo que reparta los costes entre las operadoras y los proveedores de contenidos. Eso sí, no quiso adelantar cuál sería un posible reparto ni los términos del hipotético consenso.