Japón se rinde a China; Estados Unidos aguarda
El PIB chino supera al japonés y puede liderar el mundo en 2018.
Otro hito resuelto. Aunque a lo largo del año pasado distintas estimaciones ya ponían el tamaño de la economía de China por delante de la japonesa, ayer fue el propio Gobierno de Tokio el que se rindió a la evidencia: el gigante demográfico ocupa ya el segundo puesto de la clasificación global, y solo es superado ya por Estados Unidos.
Arrebatado ya el puesto a la otrora cuna de la tecnología, China dirige ahora sus miras hacia el otro lado del Pacífico. En la actualidad, la economía estadounidense dobla de largo a la del gigante emergente, aunque la fuerte disparidad de ritmos de crecimiento puede hacer llegar el sorpasso antes de lo que muchos piensan. Según un informe presentado por la consultora PricewaterhouseCoopers durante el último Foro de Davos, el cambio de liderazgo podría producirse tan pronto como en 2018, si se toma como referencia la paridad de poder de compra de las monedas. En términos de tipos de cambio de mercado, el desplazamiento se diferiría unos años más, hasta 2035.
Sea como fuere, el potencial demográfico de China (incluso a pesar de la política del hijo único) sigue siendo la principal causa de la expansión económica del país. Eso supone que la renta per cápita se mantenga todavía muy lejos de las de los países más avanzados, pero no impedirá una convergencia en ese sentido: si hoy el ingreso medio de un ciudadano chino es la décima parte del de un estadounidense, en 2050 alcanzará la mitad.
Pesa la demanda interna
Después de crecer un 37% en el último año, las exportaciones chinas ensanchan su ventaja en el liderazgo de la clasificación del comercio global. Sin embargo, no todo es sector exterior para el dragón asiático. El último informe del Fondo Monetario Internacional señala que las ventas minoristas y la producción industrial "confirman que la actividad del sector privado ha avanzado más allá del impulso de los estímulos gubernamentales". Y prevé que el PIB crecerá un 9,6% durante este año, "dirigido por la demanda doméstica".
Respecto a la pequeña moderación frente al 10,3% de avance de 2010, el Fondo la achaca a unos límites al crecimiento del crédito más estrechos, medidas para enfriar el mercado inmobiliario y reducir la exposición bancaria a este último, y la prevista retirada de los últimos estímulos fiscales. Con esos mimbres, la demanda privada supone en la actualidad dos tercios del producto interior bruto, por otro tercio del sector público. Pese al poderío exportador, el sector exterior no aportó nada al crecimiento de 2010, toda vez que las importaciones avanzaron un más que notable 51%.
El ministro de Economía de Japón, Kaoru Yosano, que admitió ayer que su país ha caído al tercer puesto del podio económico global después de permanecer 42 años en el segundo, saludó, sin embargo, el crecimiento de su vecino: "No luchamos por ser los primeros, sino por mejorar el bienestar de la población. El boom económico de China es una buena noticia para Japón", afirmó. No en vano, es el primer destino de las exportaciones del archipiélago, con un 19,4% del total, frente al 15,4% que se dirigen a Estados Unidos.
PIB duplicado en siete años
La economía china representa ya el 13% del total mundial. Después de promediar un avance anual del 10% (10,3%, el año pasado), el PIB de China se ha duplicado en el tiempo récord de siete años. Ese creciente poderío económico ha tenido varios efectos positivos para los países desarrollados. Probablemente el más importante sea el control de la inflación, gracias a los bajos precios de exportación que ofrece la hoy llamada fábrica del mundo. Pero no es el único: según el FMI, un aumento de un punto en el producto interior bruto chino se traduce en cuatro décimas de crecimiento mundial en el lustro siguiente. De momento, se ha convertido en el motor de la recuperación global.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, destaca que la inversión china directa en Latinoamérica rondó el año pasado los 90.000 millones de dólares, el triple que un año atrás, y que China absorbe ya más del 7% de las entradas de capital directo del planeta. "Hechos como ese representan que China ha dejado de ser una hipótesis de futuro para convertirse en una realidad", destaca. Mientras se mantienen las críticas por la infravaloración artificial del yuan, el poderío del gigante emergente permanece: en enero sumó 13.600 millones de dólares de superávit comercial con Estados Unidos. Su siguiente rival.
Recuperación en la OCDE
La actividad económica de los grandes países de la OCDE sigue mostrando signos de expansión. El indicador compuesto avanzado que elabora la organización aumentó 0,3 puntos en diciembre, con un aumento de 2,2 puntos en el último año.Alemania (105 puntos), Japón (103,9) y EE UU (102,5) marcan una expansión "relativamente robusta", mientras que en el caso de Canadá, Francia y Reino Unido apuntan a una "moderada" expansión, indicó la OCDE. Cien puntos señalan el umbral de expansión y contracción.