Sanahuja declara el lunes como testigo del 'pacto de La Palmera'
Román Sanahuja declarará el lunes ante el juez como testigo por la acusación de la fiscalía contra Joaquín Rivero de empleo de información privilegiada. El viernes Rivero defendió ante el juez su inocencia.
El pacto de La Palmera, el acuerdo al que llegaron el 24 de diciembre de 2005 Joaquín Rivero, Román Sanahuja y Luis Portillo en el palacete que este último posee en Sevilla, en la avenida de La Palmera, está llevando ante el juez a los principales empresarios inmobiliarios españoles.
El viernes, Joaquín Rivero se defendió ante el juez de la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción en la que le acusa de empleo de información privilegiada. Al término de su declaración el juez citó el viernes, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, como testigo a Román Sanahuja para el próximo lunes día 14.
La fiscalía sostiene que Rivero ganó 2,8 millones de euros invirtiendo en acciones de Metrovacesa tras el pacto al que llegaron los tres empresarios en la Nochebuena de 2005. El acuerdo no fue publicado por la CNMV hasta el 30 de diciembre de ese año. Metrovacesa anunció ese día que Portillo había llegado a un acuerdo para vender su participación del 5,66% en la compañía a Rivero (que se hacía con el 1,72% del capital) y a Román Sanahuja (que se quedó con el 3,94% del capital).
Rivero declaró el viernes como imputado durante hora y media ante el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid.
El empresario aseguró que comunicó a Metrovacesa el mismo día 24 de diciembre el pacto al que había llegado con Portillo y que fue la propia compañía la que no informó hasta el 30 de diciembre a la CNMV de dicho acuerdo por las dudas sobre su naturaleza de hecho relevante, según fuentes jurídicas consultadas por Efe.
Tras el pacto de La Palmera, Román Sanahuja lanzó una opa sobre Metrovacesa para hacerse con el control de la compañía y desbancar de la presidencia a Rivero. Este último, asociado con el empresario valenciano Bautista Soler, contestó con una contraopa. Finalmente Sanahuja logró hacerse con más del 80% del capital.
El endeudamiento en el que incurrió la familia catalana para tomar Metrovacesa fue tal que el pasado año su grupo familiar, Sacresa, entró en concurso de acreedores con cerca de 2.000 millones de deuda. Con anterioridad Sanahuja tuvo que entregar la mayoría de sus acciones en Metrovacesa a la banca acreedora -actual propietaria de la compañía- para reducir su deuda.
Delito contra la Hacienda
Román Sanahuja afronta también otra grave acusación. La Fiscalía de Cataluña ha presentado una querella en la que acusa a cuatro miembros de la familia Sanahuja, de haber defraudado casi 15,5 millones de impuestos en una operación de venta de acciones.
Según fuentes judiciales consultadas por Efe, la querella, presentada en Barcelona, acusa de un delito contra la Hacienda Pública a Ramón Sanahuja, su esposa Ana María Escofet y sus dos hijos Javier y Juan Manuel.