EADS y Boeing presentan sus ofertas finales para el megacontrato del Pentágono
EADS y Boeing han presentado sus ofertas finales para uno de los principales contratos que prevé adjudicar el Pentágono este año: la renovación de la flota de aviones cisterna (conocidos como tanqueros) de la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF). Una licitación valorada en unos 40.000 millones de dólares (29.563 millones de euros). El principal problema, ahora, es que la Casa Blanca no logra sacar adelante el presupuesto para el año fiscal 2011 y que, de momento, no hay dinero para financiar la compra.
Los dos grandes fabricantes aeronáuticos mundiales han remitido a la USAF lo que se conocen como las ofertas best and final (las mejores y definitivas) haciendo hincapié en los argumentos que han venido manejando en los últimos meses: el ahorro que su propuesta permite a los contribuyentes estadounidenses, la creación de puestos de trabajo en el país y las capacidades de los respectivos modelos de avión para atender las necesidades de las tropas norteamericanas.
EADS defiende el KC-45, un tanquero que se basa en el avión comercial A-330 de su filial Airbus y que, en versiones similares, ya ha sido contratado por países como Australia, Reino Unido, Arabia Saudí o Emiratos Árabes. Según la empresa, su propuesta es entre un 15% y un 44% más barata que la de su rival si se atiende a los costes por galón de combustible suministrado. El grupo afirma que su plan generará 48.000 empleos en EE UU, sobre todo en la zona de Alabama.
La participación española en el proyecto, a través de la filial Airbus Military, es significativa. Los responsables del grupo prevén que, si EADS se adjudica el contrato, más de un 15% de la carga de trabajo total pueda ser desarrollada en España. Es decir, más de 6.000 millones de dólares (unos 4.500 millones de euros). Y, por ahora, los analistas consideran al consorcio europeo como el ganador más probable.
Boeing, por su parte, prevé impulsar hasta 50.000 empleos en EE UU con su avión, el NewGen Tanker, que se basa en su modelo comercial 767, tras la experiencia acumulada en los últimos años con tanqueros similares para Italia y Japón. Según los cálculos de la compañía, su aeronave ahorrará hasta 36.000 millones de dólares (26.630 millones de euros) a los ciudadanos estadounidenses a lo largo de los 40 años de vida útil que se prevé que tenga la nueva flota de tanqueros.
Problemas presupuestarios
La nueva licitación (la tercera en los últimos años, tras dos adjudicaciones frustradas) puede encontrarse con un problema de última hora: que no haya dinero este año para ejecutar la compra. Y es que la Casa Blanca no logra aprobar el presupuesto para el año fiscal de 2011, lo que supone que se siga trabajando con las cuentas prorrogadas de 2010. Por ahora, esta situación se mantiene hasta el próximo 4 de marzo.
Esto supone que el Pentágono esté tratando de cuadrar sus números con 23.000 millones de dólares menos (17.010 millones de euros) de los que había solicitado para este año. En todo caso, desde el sector no se descarta que el contrato se adjudique igualmente a lo largo del mes que viene, aunque se retrase el inicio efectivo del programa de renovación de los aviones cisterna.