Telefónica tienta a los desarrolladores con un nuevo reparto de ingresos
¿Cuál será el servicio estrella del año que viene? Nadie lo sabe, pero muchos coinciden en que puede no estar ideándolo una operadora, sino un desarrollador. Hace tiempo que firmas como Apple y Google cuentan con ellos. Telefónica ha dado ahora un paso al frente para atraerlos, con un nuevo modelo que les garantiza más ingresos.
Que el negocio de la voz y la mera conexión a internet está llamado a ir encogiéndose cada año que pasa no es un secreto para nadie. Los tiempos en los que las operadoras tenían como única preocupación el mayor o menor consumo de voz han quedado en el pasado. El futuro ya no es solo la red, sino los servicios que se dan gracias a su existencia.
Pero este negocio queda en buena parte fuera del alcance de las operadoras. Y no tendría por qué ser distinto. Al fin y al cabo, hay cientos de miles de personas en todo el mundo con ideas e iniciativas. La clave es atraer a estos desarrolladores y proporcionarles las herramientas, infraestructura y plataforma para que puedan crear.
Y eso es lo que va a hacer Telefónica. La operadora presentó ayer su comunidad de desarrolladores, que lleva por nombre Bluevia y supone un salto cualitativo con respecto a lo que están haciendo las telecos hasta ahora. Telefónica, igual que la mayoría de sus compañeras de sector, tiene programas de desarrolladores, pero más como un canal de venta mayorista que de innovación.
La 'teleco' sigue los pasos de Apple y Google y espera que se una todo el sector
Ahora "se trata de capturar el talento, para con ello crear nuevos servicios para los clientes", explicó ayer José Vallés, director de Bluevia, durante su presentación en sociedad.
Para conseguirlo, Telefónica pone a disposición de los desarrolladores su escala -acceso a 280 millones de clientes en todo el mundo- y su capacidad de cobrarles a los usuarios y pasar su parte a los colaboradores.
Pero, sobre todo, Telefónica ha cambiado el modelo de negocio establecido hasta ahora porque rompe con el tradicional reparto de ingresos. La operadora seguirá pagando el 70% del precio al dueño de la aplicación por cada descarga y repartirá lo que se consiga por publicidad, pero además les dejará participar en los ingresos propios del servicio de telecomunicaciones, como el tráfico. Eso permitirá a los desarrolladores tener ingresos recurrentes, procedentes del uso del servicio que creen. Por ejemplo, Telefónica les dará entre el 10% y el 20% de cada SMS que generen.
Por ahora, Telefónica es la primera de las grandes europeas que ha dado este paso, pero su objetivo es que el resto de las operadoras se sumen a esta iniciativa o que se replique en el foro común que tienen para estos cometidos. La meta no es competir con ellas para tener un servicio distinto capaz de captar clientes ajenos, sino abrir mercados y encontrar nuevos negocios que aporten facturación extra.
Twitter para un teléfono del montón
Entre seis y diez días es lo que tardará Telefónica en certificar y comercializar en su tienda de aplicaciones los servicios creados por sus desarrolladores. La idea es que el proceso sea ágil, rápido y abierto, no solo haciendo fácil la innovación, sino también vendiéndola.Así sucederá con uno de los servicios que se van a poner en marcha. Se trata de una aplicación para mandar mensajes a Twitter desde teléfonos del montón, los que no son smartphones, algo clave en Latinoamérica, por ejemplo. Se podrá hacer con un SMS y las contestaciones se recibirán también vía mensaje celular. También habrá una aplicación para que el móvil bloquee llamadas y SMS cuando se esté conduciendo, para evitar accidentes, y que mande un mensaje explicándolo.