La crisis pudo con el 'efecto fiscal'
Quiso el Gobierno cuando todavía contaba con un reluciente Ministerio de Vivienda que 2010 fuera el año en el que el ingente stock de vivienda registrara un significativo descenso como consecuencia del llamado efecto fiscal.
De un lado, la anunciada subida del IVA de julio pasado (para los inmuebles pasaba del 7% al 8%) pretendía animar a los compradores de casas de nueva construcción, ya que un punto de IVA es un pico cuando hablamos de la factura de un piso. Y de otro, la desaparición de la deducción fiscal por compra de vivienda era otro motivo de peso, según el Ejecutivo, como para que las familias que estuvieran pensando en una mudanza adelantaran la adquisición para seguir disfrutando de esa ayuda fiscal.
Pues bien, al final los números parecen no haber dado la razón a quienes fiaron a estas dos medidas una parte de la recuperación del mercado inmobiliario.
El INE ha publicado hoy el balance de compraventas del año y sí, lo cierto es que la venta de casas ha crecido un 6,7% hasta sumar un total de 441.368, lejos de las 775.300 que se vendieron tres años antes durante 2007, considerado el último año del reciente boom inmobiliario. Pero esa cifra de 2010 apenas representa 27.975 casas más. Lo cual permite concluir que el efecto fiscal no se dejó notar en los términos que había previsto el Ejecutivo. æpermil;ste, no obstante, nunca se atrevió a dar previsiones de cuántas casas podrían venderse como consecuencia de esas dos medidas adoptadas.
Y si se realiza el análisis de lo que fue ocurriendo a lo largo del año se observa cómo los meses de enero a mayo fueron positivos, pero a partir del verano la mala coyuntura económica y la falta de confianza de los hogares pesaron más que mantener casi de por vida la deducción fiscal. El efecto llamada de ambas iniciativas apenas duró hasta primavera