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El Banco de España mejora la previsión del Gobierno

El PIB creció un 0,2% entre octubre y diciembre, pero cayó un 0,1% en 2010

La economía española mejoró su crecimiento trimestral hasta el 0,2% entre octubre y diciembre, tras el estancamiento registrado en el trimestre anterior, aunque arrastra un retroceso del 0,1% en el conjunto de 2010, según el último boletín económico del Banco de España.

El PIB del conjunto del año es una media de las tasas interanuales -la comparación de cada trimestre con el mismo del año anterior-, lo que explica la caída de 2010, a pesar de que la economía ha ido creciendo ligeramente cada trimestre respecto al anterior -salvo el tercero, en el que se estancó-.

El retroceso de la economía en 2010 estimado por el Banco de España mejora la previsión del Gobierno, que apuntaba inicialmente a una caída del 0,3% y que después fue corregida hasta un descenso del 0,2%.

Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, incidió en que las previsiones del Ejecutivo son atinadas, aunque reconoció que el incipiente crecimiento aún tiene que consolidarse para que se traduzca en creación de empleo.

Según el instituto emisor, la economía española inició a lo largo de 2010 una senda de "suave recuperación", sometida a algunas oscilaciones como consecuencia del efecto que algunas medidas de naturaleza transitoria tuvieron sobre el perfil del gasto interno. A su parecer, el "débil avance" de 2010 contrasta con los registros "más elevados" de otros países de la zona euro, lo que pone de manifiesto el "mayor alcance" de la crisis en España y el impacto del proceso de ajuste en el crecimiento.

Para 2011, el organismo supervisor prevé "un horizonte de recuperación lenta y muy dependiente del sector exterior", condicionada además por el ajuste presupuestario y el proceso de saneamiento del sector privado. Además, asegura que este escenario está sujeto a una "gran incertidumbre" y a los riesgos asociados a las tensiones en los mercados de deuda soberana, que si se prolongan, podrían propiciar un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación y un deterioro de la confianza de los agentes.

En 2010, la demanda nacional cayó un 1,2% frente al descenso del 6% registrado en 2009 gracias al comportamiento "más favorable" del consumo de los hogares y de la inversión empresarial, que registraron tasas positivas de crecimiento. La demanda exterior neta, por su parte, mitigó el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad, con una contribución positiva de 1 punto porcentual, inferior a la del año precedente, que fue de 2,7 puntos.

El consumo creció un 1,2% en 2010 frente al descenso del 4,2% del 2009 en un entorno de disminución de la renta disponible de las familias y de pérdida de poder adquisitivo por el aumento de la inflación. Por su parte, la riqueza también disminuyó, aunque con menor intensidad que en 2009, lo que hizo que la tasa de ahorro de los hogares cayera con intensidad a lo largo de 2010, hasta el 14,4% de la renta disponible.

La inversión residencial suavizó su tasa de descenso, hasta cerca del 18% frente al máximo del 45% alcanzado en el año 2007, lo que resulta compatible con cierta estabilización del 'stock' de viviendas sin vender en 2010. En este entorno, la deuda de los hogares tendió a desacelerarse en los últimos meses, lo que permite apuntar a una estabilización de la ratio de endeudamiento en el cuarto trimestre en niveles similares a los dos últimos años.

Mejora la inversión

La puesta en marcha de proyectos de inversión por parte de las empresas experimentó también una recuperación en los últimos meses del año pasado localizada, sobre todo, en los bienes de equipo, con un crecimiento medio del entorno del 2% frente al descenso del 25% de 2009. Por el contrario, la inversión en otras construcciones se contrajo debido a la intensificación del proceso de consolidación fiscal en la obra pública.

En conjunto, el sector de sociedades no financieras aceleró el recurso al endeudamiento en el tramo final del año, aunque dentro de registros "muy moderados". Las ramas no vinculadas al mercado inmobiliario mostraron mayor dinamismo, lo que se extendió a las compañías de menor dimensión. Así, tanto la ratio de endeudamiento como, en mayor medida, la de la carga financiera habrían descendido durante el cuarto trimestre.

Repunte del IPC "temporal"

Con respecto al IPC, el Banco de España asegura que el reciente repunte del IPC, que según el indicador adelantado del INE escaló hasta el 3,3% en enero, debería ser "temporal", puesto que una parte "significativa" del mismo obedece al impacto "transitorio" de algunas medidas impositivas (subida del IVA y del impuesto sobre el tabaco) y de alzas de determinados precios regulados (gas y electricidad).

Por ello, estima que la inflación acabará el año en el 1,7%, lejos del 3% en que se situó en diciembre de 2010, a pesar de que prevé que repunte hasta el 3,5% en febrero para ir después desacelerándose progresivamente a lo largo de 2011.

En cuanto a la actuación de las Administraciones Públicas en la última parte del año, el Banco de España asegura que estos meses estuvieron marcados por el efecto de las medidas de consolidación en marcha, lo que provocó que el consumo y la inversión pública redujeran su aportación a la actividad. En este contexto ve "alcanzable" el objetivo de déficit del 9,3%, gracias al margen que proporcionan los "favorables" resultados del Estado.

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