La última junta de Vega Sicilia acentúa el conflicto en la familia Álvarez
La última junta de El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia Álvarez y titular, entre otros activos, de Bodegas Vega Sicilia, ha puesto de manifiesto, una vez más, las profundas diferencias entre sus accionistas.
En la reunión ordinaria, celebrada la pasada semana y convocada judicialmente, cinco de los siete hijos de David Álvarez aprobaron una propuesta fuera del orden del día en el que acordaron la salida del máximo órgano de gobierno del fundador del grupo Eulen, David Álvarez, y de dos de sus descendientes, José David y María José.
Los puntos del orden del día de la junta de accionistas del jueves pasado de El Enebro, en los que la aprobación de cuentas ocupaba un lugar estelar, vaticinaba una asamblea plácida al margen de los conflictos familiares. Sin embargo, la buena evolución de El Enebro, sustentada en los resultados de Vega Sicilia, no sirvieron para apaciguar una tormenta que hasta ahora ha desembocado en los juzgados.
Los acuerdos adoptados evidenciaron unas disputas que se pueden manifestar de nuevo el próximo 16 de febrero. En esa fecha, está convocada, también judicialmente, una junta extraordinaria en la que se tratará sobre el cese y nombramiento de consejeros en El Enebro.
El control del consejo de El Enebro es un asunto que está pendiente de que un magistrado de Madrid fije la fecha para resolver el litigio. En esta sociedad, cinco de los siete hijos de David Álvarez le desalojaron del máximo órgano de gestión, junto a dos de sus hijos. David Álvarez, fundador del grupo Eulen, impugnó la junta de El Enebro del pasado año y consiguió que se anotara en el Registro Mercantil la citada impugnación de los acuerdos sociales, lo que cuestiona todo los actos posteriores de los administradores.
La raíz del conflicto en esta compañía patrimonial es que David Álvarez reclama el usufructo sobre el 51% del capital, según el protocolo familiar sellado cuando falleció su primera mujer. Cinco hijos no le reconocen ese derecho.
En Eulen, la cabecera del grupo, David Álvarez recuperó su control.