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David Lubin. Economista jefe de mercados emergentes de Citi

"Al ritmo actual, la inflación de los alimentos llegará al 80%"

Si el incremento mensual de los precios globales de los alimentos se mantiene al mismo nivel que en los últimos seis meses, la inflación, medida en tasa interanual, alcanzará el 80%". Así lo advierte David Lubin, economista jefe de mercados emergentes de Citi, que no hace ninguna predicción. "Es solo un puro ejercicio aritmético". Lubin avisa que las presiones inflacionarias generadas por el incremento simultáneo de los precios de la energía y de los alimentos es una de las grandes amenazas actuales para las economías emergentes.

Dentro de los países emergentes, ¿cuáles son los países que más le gustan?

Para que un país sea atractivo desde un punto de vista financiero, es necesario que logre crecimiento sin vulnerabilidad. Y una de las vulnerabilidades obvias que están afrontando las economías emergentes es la inflación. La inflación se situó en 2010 en el 5% en las economías emergentes y nuestra previsión es que llegue ahora al 6%, con un riesgo claro de superar esa cifra. Estas economías experimentan un crecimiento rápido con unas condiciones monetarias relativamente expansivas. Eso es inflacionario y se ve reforzado por la presión de los alimentos.

¿Algo parecido a lo que sucedió en el año 2008?

Exactamente. Tenemos un incremento simultáneo de los precios de la energía y de los alimentos. Incluso aunque los precios de los alimentos a nivel global se mantuvieran estables durante los próximos seis meses, llegaríamos a junio con una inflación de los alimentos del 30%. Es un mero ejercicio aritmético, no una previsión. Si el incremento mensual de los precios globales de los alimentos se mantiene al mismo nivel que en los últimos seis meses, la inflación, medida en tasa interanual, alcanzará el 80%

¿Cómo puede una economía afrontar una situación como esa?

Puedes subir los tipos de interés, pero tienes que hacerlo de manera que no provoques una rápida apreciación de la moneda y la forma de hacer eso es interviniendo en los mercados de divisas. La otra alternativa es la de controlar los flujos de capitales. Eso es lo que están haciendo países como Brasil, Perú, Israel, Taiwán, Tailandia, Indonesia, Corea del Sur... Todos están imponiendo restricciones al flujo de capitales-

¿Cuál es el impacto de esta situación en las economías occidentales?

A lo que van a ser más sensibles las economías es a un endurecimiento de la política monetaria en China. En resumen, hay dos grandes amenazas: una es la crisis de deuda de la eurozona y la otra es qué va a hacer China. Sin embargo, pensamos que aunque China se desacelere, eso no va ser ningún cataclismo. Nuestra proyección es una tasa de crecimiento entre el 8% y el 9% durante los próximos cinco años.

Si China endurece su política monetaria, ¿podría convertirse en un exportador mundial de inflación?

Sí, hay un riesgo muy sustancial de que pase eso. Nuestra previsión es que el tipo de cambio del yuan pase este año de 6,6 a 6,25 yuanes por dólar, eso generará inflación global. Otro tema preocupante es el hecho de que una eventual subida de tipos de la Fed sea ahora la menor preocupación del mercado. Nadie lo espera y eso es peligroso. Si sucede, un buen número de países van a verse afectados.

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