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Crisis en el sector

Puentes y Joca ralentizan las negociaciones de su integración

La mayor operación de concentración firmada el año pasado en el sector español de la construcción, la que une a la gallega Puentes con la extremeña Joca, va a precisar más tiempo del previsto. Incluso fuentes del sector aseguran que ha sido puesta en cuarentena por sus artífices en la recta final de la due diligence. El entorno económico, el recorte de obra civil y la exposición de la firma resultante al negocio de construcción residencial dificultan el proyecto.

En el sector de la obra pública son cada vez más los nombres con peso que reconocen que la última fase de la crisis exigirá una reestructuración. El sacrificio pasa por un nuevo ajuste de empleo y por una oleada de fusiones de entidades de mediana envergadura. Pero si acordar los matrimonios ya es difícil, más complicado es materializarlos.

El ejemplo lo están aportando los grupos medianos de la construcción Puentes y Joca, cuyos consejos de administración acordaron su integración el pasado mes de septiembre. Por entonces arrancó una due diligence (auditoría interna) que debía concluir el 31 de diciembre, pero que se va a alargar más de lo previsto y, según ha podido saber CincoDías, amenaza con terminar en vía muerta. Personas cercanas a las negociaciones reconocen el retraso, pero defienden que ambas empresas están centradas en el cierre del ejercicio y que podrían estar dispuestas a avanzar a partir de marzo.

Las mayores reticencias a cerrar el proceso entre estas dos constructoras asociadas a la patronal ANCI parecen llegar desde la localidad gallega de Sigüeiro, donde Puentes tiene su sede. En contra del proyecto jugarían el drástico recorte de obra pública tanto en España como en Portugal -donde Puentes y Joca pretendían captar obra ferroviaria entre los proyectos de alta velocidad-, la exposición de la extremeña a la promoción inmobiliaria, y la dificultad de la compañía resultante para manejar la deuda a la vista del estrechamiento de márgenes generalizado en la construcción.

Portavoces de Puentes y de Joca han eludido ofrecer comentarios sobre la posibilidad de que la fusión sea suspendida, escudándose en el acuerdo de confidencialidad.

700 millones en ventas

El tándem que forman Joca y Puentes tenía una estimación de ventas para 2010 de 700 millones de euros. La unión de sus plantillas conforma una nómina de 1.490 trabajadores (785 de Puentes y 705 de Joca) y se acordó que la sede central se mantuviera en Galicia. En cuanto a la estructura del grupo tras el canje de acciones, la mayoría del capital iba a quedar en manos de la familia Otero, propietaria de Puentes y Calzadas.

Cuando sellaron el pacto hace cuatro meses, tanto desde Galicia como en Badajoz se hablaba de un proyecto "financieramente sólido". Las dos empresas tenían puesto el foco en la internacionalización y reconocían la necesidad de "capacidad financiera" para crecer fuera de España.

Al cierre de 2009, Puentes facturó 385 millones, por los 294 millones que declaró Joca. La unión da como resultado a uno de las 20 mayores constructoras españolas y los directivos de ambas entidades han estado enfrascados en la elaboración de un plan estratégico a cinco años vista.

La gallega ya culminó en 2009 la fusión por absorción de la aragonesa Grupo Marcor, con lo que ganó presencia en obra hidráulica y tratamiento de residuos. Joca, por su parte, se ha ido diversificando en los últimos años hacia proyectos relacionados con el ciclo del agua, las infraestructuras ferroviarias y la edificación no residencial. Controlada y presidida por Cayetano López Sánchez, Joca hace negocios en Brasil, Ucrania, Rumanía, Perú, Marruecos y Portugal.

Cinco años para vender un 50% en el exterior

Algunos de los detalles que han ido trascendiendo sobre el plan de fusión de Puentes y Joca dan la presidencia del nuevo grupo a José Manuel Otero Alonso. Este ingeniero de caminos gallego de 60 años ya preside Puentes y Calzadas -su familia controla alrededor del 80% del capital- y su candidatura al puesto de primer ejecutivo coincide con la intención de Cayetano López, propietario de Joca, de ir dejando la primera línea de gestión en su propia empresa. De hecho, en el sector de la construcción se comenta que meses antes de acordar la fusión, López lanzó la búsqueda de un consejero delegado para la constructora extremeña.En manos gallegas estaría al menos el 51% de la firma resultante, que mantiene la denominación de Grupo Puentes, y no tiene previstas desinversiones inmediatas.Conscientes de la importancia de salir de España para captar obra, el plan de la entidad fusionada prevé que sus ventas dependan, como mínimo, en un 35% del exterior. Una cuota que debe subir hasta el 50% en cinco años.Joca aporta a Puentes presencia en tres áreas estratégicas: Brasil, Norte de África y Este de Europa. Además, ambas buscan volumen para acudir a la banca en un contexto en que la iniciativa privada financia la obra civil.

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