La confianza empresarial, por debajo del nivel mundial
Encuestas de PwC y las Cámaras de Comercio denotan un mayor pesimismo por parte de las firmas españolas.
Los ejecutivos españoles siguen mostrándose cautelosos respecto al futuro más cercano, registrando menores niveles de confianza que sus homólogos globales. La encuesta mundial de CEO, que elabora la consultora PricewaterhouseCoopers con motivo del comienzo del Foro de Davos, muestra que la confianza mundial ha recuperado prácticamente los niveles anteriores a la crisis, de forma que casi la mitad de los consultados espera que mejoren los ingresos de su empresa en los próximos doce meses. Por su parte, entre los ejecutivos españoles, aunque también mejoran su confianza, solo uno de cada tres cree en una recuperación en un año. Eso sí: los españoles se muestran más optimistas cuando se les pregunta por la evolución a tres años (53% de respuestas positivas, frente al 51% global).
Otra encuesta, realizada por las Cámaras de Comercio, dibuja un panorama peor a corto plazo: la confianza empresarial retrocedió en el cuarto trimestre de 2010, por segundo periodo consecutivo, situándose en niveles de 2009. El índice se redujo más de tres puntos con respecto al dato de octubre, situándose en -20,5. El índice de situación del cuarto trimestre de 2010 mejoró ligeramente respecto al registrado en el trimestre previo, pero el de expectativas para el primer trimestre de 2011 experimentó un retroceso de casi siete puntos para situarse en -20,1, la peor cifra desde el segundo trimestre de 2009.
Por otra parte, la cifra de desempleados a nivel mundial se situará en 2011 en 203,3 millones de personas, lo que supone una tasa de paro del 6,1%, una décima por debajo del nivel registrado en 2010, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Empleo vulnerable
El organismo multilateral advierte en su informe de que persisten "altos niveles de desempleo y un creciente desaliento en los países desarrollados", pese a su incipiente recuperación económica, mientras que en las economías emergentes y en desarrollo se registran "niveles altos de empleo vulnerable y pobreza laboral". Desde comienzos de la crisis financiera, en 2007, se han perdido en el mundo casi 30 millones de empleos.