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Javier Solana. Presidente del centro de economía y geopolítica global de ESADE

"Las reformas hay que aplicarlas de forma rotunda"

Es el político español más internacional. Tras dejar sus responsabilidades políticas europeas, ha echado el freno. Su agenda sigue estando completa, pero ahora reserva algún hueco para disfrutar de la ópera.

Javier Solana en una imagen de archivo.
Javier Solana en una imagen de archivo.Reuters

Decidió regresar a las aulas tras una conferencia ofrecida a alumnos de la Universidad de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Boston. Javier Solana, madrileño, de 68 años y físico de profesión, ha pasado por casi todos los escalafones de la alta política. Ministro con Felipe González, secretario general de la OTAN, alto representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad Común, ha mediado en conflictos y batallas. Desde hace un año imparte doctrina económica y política en Esade.

¿Cómo ha ido este primer ejercicio?

Ha sido un año positivo, estoy muy contento y creo que acerté cuando tomé la decisión de venir a Esade. Por un lado, me permitía volver a tener relación con la enseñanza, y por otro, mantener conexión con think tanks de la vida internacional. Tendré que hacer más cosas, pero ahora estoy muy contento dirigiendo el Centro de Economía y Geopolítica Global de Esade, donde tengo la oportunidad de explicar a los estudiantes lo que debe ser el mundo o puede llegar a ser. La globalización es un hecho y se trata de andar por el mundo sin tener una idea de por dónde va.

¿No se sabe adónde vamos?

No tenemos un mundo fácil, plástico, fluido. Todo lo que está sucediendo no se había producido antes; además estamos inmersos en una crisis económica. Nadie, ni las personas ni los países, resuelve los problemas en solitario, sin la ayuda y la cooperación de otros. Por tanto, se debe actuar de manera más inteligente.

¿España tiene un déficit de relaciones internacionales?

España tiene unas relaciones maduras, pero es verdad que es necesario un mayor esfuerzo por conocer mejor por dónde puede evolucionar el mundo. He tenido el privilegio de ocupar posiciones desde las que he aprendido algo sobre dónde está el mundo y por dónde va. Mi obligación es hacer partícipe a otros de mi experiencia. El mundo empresarial no puede tener el objetivo de competir en un mundo pequeño, sino en un mundo global, debe internacionalizarse más, exportar más, conocer este entorno, y conocer este entorno es bueno.

Además, ahora está en contacto con profesionales más jóvenes, que acuden a las aulas de la escuela de negocios. ¿Qué aprende usted de ellos?

Yo he sido profesor de física en la universidad y he estado en contacto con la gente joven, algo que he retomado ahora en Esade. Ahora estoy en contacto con futuros líderes, que incorporan a su formación y reflexión unos parámetros económicos y geopolíticos que no está de más conocer. Me ha gustado que en este Centro de Economía y Geopolítica Global haya diversas nacionalidades. De 180 estudiantes, hay 40 nacionalidades diferentes, y eso me ha sorprendido. También me produce una enorme satisfacción poder interactuar durante dos horas con alumnos cuya media de edad es de 30 años y con experiencia profesional. Es interesante y siempre es positivo conocer otros puntos de vista.

Usted fue expulsado de la universidad en varias ocasiones por su oposición a la dictadura. Hay quien opina que a los jóvenes les falta hoy día cierta rebeldía.

Mi situación era muy diferente, era una rebeldía contra la falta de libertades, era un contexto y una realidad muy distinta. Ahora hay un mundo que cambia, en el que no falta la libertad, pero en el que surgen ideas, países que juegan un papel importante y que lo van a seguir jugando, y tenemos que seguir reflexionando sobre cómo será el mundo mañana.

¿Y cómo cree que será?

Más multipolar, debería tener un sentido claro del juego multilateral, y son necesarias instituciones y estructuras que hagan frente a ello. No va a ser fácil, porque la mayor parte de los problemas de hoy día son globales, y todavía estamos afincados, por ejemplo, en el concepto Estado-nación. Sin una institución de gobernanza internacional, mundial, no se podrá avanzar. El ritmo y la velocidad están cambiando. Hay problemas de carácter económico, que no van a ser eternos aunque están durando demasiado, pero no sabemos en qué condiciones vamos a salir de esta situación. También existen problemas políticos de seguridad que duran ya demasiado tiempo. Y otros que van a surgir y para los que se necesita otro tipo de estructura.

¿En España se han tomado las medidas adecuadas para hacer frente a la crisis económica?

Sí; lo que hay que ser es más tenaz y aplicarlas de manera rotunda. Hay que adaptarse a las nuevas realidades porque el proceso de adaptación va a ser un proceso permanente. El mundo ha cambiado y sigue cambiando. Seremos menos, la población será menor, la riqueza también será menor en términos relativos, y debemos adaptarnos a esta nueva realidad.

¿La clase empresarial está preparada para competir en este nuevo contexto?

Tiene que adaptarse a la nueva realidad, no hay tiempo que perder. La competencia es mayor. No se puede competir como se hacía antes, el mundo emergente está ahí. No se va a competir en el textil, sino en nuevas tecnologías. La materia gris es la materia prima más importante. Se necesita buena innovación y esfuerzo intelectual. Hay que invertir en materia gris.

¿Qué preocupa a los empresarios?

Cómo internacionalizarse, cómo estar en el mundo, cómo pueden ser más eficaces. En definitiva, cómo ganar en competitividad.

¿Y la clase política está a la altura de las circunstancias, de lo que demanda la sociedad?

La clase política internacional no estaba preparada para afrontar acontecimientos tan importantes como los que han acaecido en los últimos tiempos. Hace falta un mayor y mejor liderazgo para que los problemas se resuelvan y las realidades se gestionen mejor. Las estructuras políticas deben corregir disfuncionalidades y los procesos van demasiado lentos, sobre todo si se tiene en cuenta a la velocidad a la que van las cosas. Los países llamados emergentes están haciendo que cambien las cosas, aunque algunos son reemergentes, como el caso de China, que siempre ha sido una potencia, salvo durante siglo y medio que no lo fue. Estamos viviendo un momento interesante, con nuevos actores económicos y políticos.

¿España hacia dónde debe mirar?

Hacia todo el mundo. En Europa, por ejemplo, debería atender a los países del Este. Un país interesante porque tiene un tamaño parecido al español, con 40 millones de habitantes, es Polonia, y es una economía que va bien y a una buena velocidad dentro del seno de la Unión Europea. También es interesante la transferencia hacia la zona del Pacífico. España tiene por delante grandes desafíos.

La toma de decisiones es un capítulo importante en la vida de todo gestor. Cuando era secretario general de la OTAN ordenó el bombardeo de Yugoslavia en 1999 para frenar la política expansionista del presidente Slobodan Milosevic. ¿Cuál ha sido la decisión más difícil que ha tenido que tomar?

Se toma un tiempo para reflexionar. He tomado muchas decisiones y muy difíciles. Creo que todos los temas relacionados con los Balcanes. También con Oriente Medio ha sido difícil porque todavía no ha sido resuelto. Son situaciones que duran ya más de 30 años. Hemos evolucionado bastante a lo largo de los años porque ahora son inconcebibles conflictos, como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, que además se originaron en Europa. Ahora la guerra tiene un carácter diferente, hay guerras muy duras, pero ahora el papel de los Estados ha evolucionado. Creo que la decisión más difícil ha sido la de la guerra de los Balcanes.

¿Qué opina del nombramiento de dos ex presidentes de Gobierno, José María Aznar y Felipe González, como consejeros de Endesa y Gas Natural, respectivamente, donde cobrarán alrededor de 200.000 euros?

Son precios de mercado, hay consejeros que cobran mucho más, y aquí no se han hecho grandes excepciones.

El Gobierno quiere fijar la edad de jubilación a los 67 años, usted tiene 68, ¿no ha pensado en retirarse?

No, me gustaría estar siempre con las botas puestas, hasta el último momento. Creo que todavía puedo aportar cosas.

¿Por ejemplo?

Mi experiencia en la gestión dentro del ámbito de lo público. La cooperación entre lo público y privado es fundamental en todos los ámbitos, desde la lucha contra la pobreza a los grandes temas, como el cambio climático, la energía o los recursos naturales. Son necesarias todas las aportaciones, y creo que yo, por todo lo que he vivido, puedo ayudar.

¿Qué le gustaría hacer?

Lo que hago, pero más despacio. Quiero seguir siendo un ciudadano responsable y comprometido. Me gustaría poder seguir ayudando y colaborando desde mi posición.

"No estoy satisfecho de todo lo que he hecho"

¿Qué le atrajo de la política para dejar de lado su vocación investigadora como físico? A la política me empujó la historia de nuestro país. En la Transición tenía veintitantos años y era una persona con preocupaciones e inquietudes. Y esos momentos y circunstancias fueron los que me llevaron a la política. Yo era un líder estudiantil y luego también lo fui en la universidad. Luego el viento me fue empujando, me llevó primero al Gobierno en España y después al mundo.¿Satisfecho con la vida que ha llevado?Sí, es tonto pensar que tengo algo de lo que quejarme. Nunca me imaginé que iba a hacer lo que hice. Mis planes profesionales eran ser profesor de físicas, pero la vida me llevó por otro lado. También tengo que decir que no estoy satisfecho de todo lo que he hecho.¿Qué queda de ese líder estudiantil repleto de ilusiones y que luchaba contra el franquismo?La ilusión no es la misma, no es lo mismo el pensamiento de un adolescente que el de una persona madura. No he perdido esa energía moral, vital; lo que sucede es que ahora está adaptada a las circunstancias biológicas.Hace unos meses, durante su participación en unas jornadas sobre liderazgo, celebradas por Esade en el monasterio de San Benet (Barcelona), usted reflexionaba sobre la necesidad de formar a más físicos o matemáticos en España.Vamos a competir en materia gris, y más nos vale tener gente preparada y primarla. La distribución de los recursos humanos ha estado equivocada a veces. Lo que se paga a una persona de un banco de inversión, especializada en derivados, es muchísimo más elevado que lo que se paga a un químico o físico. Es un error, porque al final será el descubrimiento tecnológico o científico lo que nos haga avanzar. La inversión y el número de investigadores ha aumentado y ahora hay que seguir manteniendo la I+D y la innovación. Debe tener más reconocimiento social.

Con la ayuda de sus amigos

Si de algo se siente orgulloso Javier Solana es de los amigos que ha ido haciendo a lo largo de su periplo por el mundo. Una vez finaliza la entrevista, apunta la admiración que siente por el expresidente del Gobierno Felipe González, del que asegura, sin más, que es su amigo. Poco más tiene que añadir. "Tengo la suerte de tener buenos amigos que he hecho en mi paso por la política", afirma.Ahora algunos de ellos colaboran con Solana en esta nueva aventura en Esade. Del 31 de enero al 9 de febrero se impartirán, en principio, dos lecciones magistrales dentro del curso Economía y Geopolítica Global en el siglo XXI. La primera de ellas, sobre economía en la Unión Europea, la impartirá el vicepresidente y comisario de Competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia. Sobre Oriente Próximo hablará el 9 de febrero el exministro israelí de Asuntos Exteriores Shlomo Ben Ami."Me gustaría que hubiera mucha más gente dispuesta a colaborar en estos cursos, sobre todo que tengan algo que decir sobre lo que pasa en el mundo", señala Solana.

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