El regatista de una vuelta al mundo requiere una formación integral

Según se puso de manifiesto con motivo del I Congreso Internacional de Vela Oceánica y Medio Ambiente, celebrado en Barcelona antes de la salida de la Barcelona World Race, es muy importante que el navegante tenga algo más que formación en meteorología, comunicaciones, instrumental y seguridad.

Para ser tripulante o patrón de un barco de regatas no hace falta tener una titulación universitaria, pero es cierto que los navegantes que la tienen aprenden más rápido y pueden tomar decisiones más inteligentes. En cuanto a la formación humana, después de la primera semana de navegar en un barco se empieza a acumular cansancio y ello hace que los conocimientos y la capacidad de tomar decisiones pierdan importancia, lo básico entonces es la capacidad de autocontrol y de motivación.

Además, en los últimos 20 años se ha pasado de contar con mapas de previsiones meteorológicas, que eran básicamente de isobaras y frentes, a otros generados por modelos numéricos, con indicaciones de las previsiones de viento, lluvia y olas.

Esta información se incorpora a programas informáticos de planificación de las rutas, pero queda todavía en manos del navegante la capacidad de decidir el grado de confianza en las previsiones numéricas e introducir correcciones para indicar desviaciones de éstas, adelantándolas o atrasándolas, mitigándolas o exagerándolas en base a las percepciones reales de la situación que se está experimentando en el mar.

Hay que enseñar a los navegantes a operar el equipo de radio o emergencia con el barco volcado o inundado. También hay que darles formación de primeros auxilios, incluso en regatas en solitario, pues los participantes son los únicos que están a distancias aceptables de los demás.