Telefónica estrecha lazos con China Unicom y le da entrada a su consejo
Entrar en el consejo de Telefónica no es fácil. Portugal Telecom fue aliado de la española durante más de una década y hace cinco años que desapareció del directorio. Por eso, la entrada de China Unicom en el consejo de Telefónica marca un salto cualitativo en la alianza entre ambas.
Telefónica se había marcado un objetivo desde el día que puso su primer pie en una compañía de telecomunicaciones en China: llegar al 10% del capital. En ese momento, mediados del año 2005, la elegida fue China Netcom, la más pequeña de las operadoras del país, dedicada solo a la telefonía fija. Pero cuando China Netcom se fusionó por orden del Gobierno de Pekín con China Unicom, la meta de Telefónica permaneció invariada. La nueva compañía nacida de esta operación era mucho más grande en capitalización y ya no se dedicaba solo a telefonía fija y banda ancha, sino también a telefonía móvil. Aun así, el presidente de la española, César Alierta, volvió de dejar claro que quería el 10% del capital.
Casi seis años después del primer asalto a China, Telefónica está más cerca de su meta. Ayer, la española y China Unicom firmaron un nuevo acuerdo para reforzar su alianza. El pacto incluye un intercambio accionarial por el que Telefónica comprará en los próximos nueve meses acciones de su socia asiática valoradas en 500 millones de dólares -unos 368 millones de euros al tipo de cambio actual- y la china invertirá lo propio en acciones de Telefónica.
Este último paso está más cerca de consolidarse, porque la española se encargará de entregarle 21,8 millones de acciones que tiene en autocartera, más de un tercio de la que ha acumulado. A cambio recibirá 374,5 millones de euros de manos de China Unicom, porque el acuerdo ha establecido que el precio a pagar por acción es de 17,16 euros, la media aritmética de la cotización de Telefónica durante los 30 días previos al 14 de enero. Con estas acciones, China Unicom pasará del 0,88% del capital que tiene ahora al 1,37%.
La parte de la española es más complicada, ya que comprará las acciones de China Unicom a terceros. Por eso, las aliadas se han dado nueve meses para conseguirlo. Cuando lo logre, Telefónica tendrá un 9,7% de su socia, desde el 8,37% que tiene ahora. La española todavía no batirá su objetivo de alcanzar el 10%, pero se quedará a las puertas de hacerlo.
El acuerdo actual, sin embargo, tiene un elemento distinto al de otros pactos anteriores. Por primera vez, Telefónica dará entrada a su consejo a un ejecutivo de China Unicom.
La operadora española asegura que ha sido un ofrecimiento propio y que así refuerza la internacionalización de su consejo, que ya cuenta con un representante británico y otro brasileño, pero sobre todo es un paso de gigante en la internacionalización de China Unicom, que rompe así el tradicional aislamiento de las empresas de su país.
Y lo ha conseguido con una inversión del 1,37% en el capital de Telefónica. La española va a llegar hasta el 9,7% de participación en China Unicom y cuenta con la misma presencia que la asiática: un puesto en su consejo. Hace más de un año que se pactó que Telefónica tendría un representante más, pero todavía no se ha materializado y el acuerdo de ayer tampoco lo contempla.
Pese a ello, la operadora española aseguraba ayer que se trata de una alianza única la que tiene con China Unicom, ya que no tiene precedentes en el mercado asiático un acuerdo con inversión recíproca, cruce de consejeros y alianza estratégica. Quizá por ello Telefónica le ha abierto las puertas de su consejo, algo que no hace a menudo. La española es bastante reticente, hasta el punto de que Portugal Telecom no se ha sentado en el directorio durante muchos de los años que ha durado su alianza con Telefónica. Miguel Horta, ahora expresidente de la firma lusa, entró en el consejo en 1998, pero se marchó en 2006 y no fue remplazado.
Una alianza basada en la paciencia y en los intercambios accionariales
Los resultados operativos concretos de la alianza entre Telefónica y China Unicom no son fáciles de percibir. La cultura china es cerrada y los acuerdos tardan años en plasmarse. De ahí que muchas compañías extranjeras acaben por tirar la toalla. Vodafone, que tenía el 3% de China Mobile, la mayor operadora del país y del mundo, ha vendido recientemente su participación. La coreana SK Telecom abandonó China Unicom en 2009 y dejó a Telefónica como socio único también cansada de esperar resultados.Telefónica, sin embargo, está decidida a mantenerse y a ganar influencia con toda la paciencia que se requiera. Por eso, cada cierto tiempo negocia una mejora del acuerdo accionarial, para conservar viva la llama. El paso más importante lo dio en septiembre de 2009, cuando firmó el primer intercambio de participación recíproco con China Unicom. Eso dio lugar al desembarco de la firma asiática en el capital de Telefónica, donde compró acciones por 1.000 millones de dólares. Ahora, entra en el consejo.A falta de otras iniciativas más concretas, las aliadas se han centrado en servicios a multinacionales y en la fortaleza que les da sumar 590 millones de clientes -cerca del 10% de la población mundial, como le gusta resaltar a César Alierta- para hacer compras conjuntas. Queda pendiente el apoyo que le puede dar Telefónica a su socia en el móvil 3G.