Nunca 'no fumar' estuvo tan de moda
Varias empresas españolas comercializan el 'e-cigarrillo' entre particulares y mayoristas, un dispositivo que se ha convertido en un buen aliado para dejar de fumar.
Es el artículo de moda. Desde su reciente aparición en el mercado, el cigarro electrónico se está consolidando como una alternativa eficaz al consumo de tabaco. Son muchos los usuarios de estos dispositivos que han conseguido disminuir considerablemente el número de pitillos que fumaban, incluso algunos han conseguido dejar de fumar definitivamente. El endurecimiento de la ley del tabaco, que prohíbe desde el pasado 2 de enero la nicotina en cualquier espacio público, ha hecho que muchos se hayan tomado en serio y de una vez por todas su propósito de dejar de fumar. "Las ventas de los productos para abandonar el tabaco suelen incrementarse siempre durante los primeros meses del año, pero la demanda que ha experimentado el cigarro electrónico ha sido muy superior a la esperada. Están agotados desde hace semanas, no hay stock y estamos a la espera de que las distribuidoras vuelvan a suministrárnoslo", reconoce Elisa Gómez, farmacéutica en una céntrica calle de Madrid.
Esta situación que padecen gran parte de las boticas de nuestro país la certifica también la empresa de distribución Cofares, de la que depende el suministro del 25% de las farmacias. "Los pedidos se han disparado en los dos últimos meses, debido a que se ha multiplicado por diez la demanda. Hasta finales de noviembre se estaban vendiendo 200 unidades al mes, mientras que en estos momentos se ha pasado a despachar 2.000", afirma Ana López, directora de comunicación de la compañía.
El e-cigarro o cigarro electrónico es un innovador dispositivo que permite fumar sin malos humos. A diferencia del cigarro convencional, no contiene tabaco ni nicotina y no genera combustión, por lo que su uso no implica la inhalación de los tóxicos habituales, como el alquitrán. Este producto es capaz de capturar del ambiente la humedad suficiente para que, una vez atomizada y condensada, pase a la boca del fumador en forma de vapor. Su funcionamiento y similitud con los cigarrillos tradicionales hacen del dispositivo el coadyuvante perfecto para cualquier tratamiento farmacológico convencional de deshabituación al tabaco, aunque la realidad es que aún no tiene una eficacia demostrada.
Estos artículos fueron patentados en 2004 por una empresa china que los comercializaba exclusivamente a través de internet. Cuatro años más tarde, distintas compañías españolas empezaron a venderlo, esta vez, en farmacias, parafarmacias y herbolarios como remedio para dejar de fumar. Es el caso de Cigar-Clean, pionera en lograr los certificados exigidos por la Agencia Española del Medicamento para poder comercializar cigarros electrónicos y sus accesorios. "Ofrecemos un producto sin nicotina, ni propylene glycol y, nuestros cartuchos han sido sometidos a diversos estudios por parte del Instituto de Toxicología Carlos III de Madrid. Todos nuestros cigarrillos están dotados de la ultima tecnología, se suministran con cartomizadores (accesorio que permite reutilizar el cigarrillo electrónico), ofrecemos garantía de reposición de los componentes de nuestros dispositivos", afirma Rafael Lozano, responsable de la empresa.
Sus cigarros electrónicos con cartuchos aromáticos, sin nicotina, con esencias de sabor a menta, tabaco, manzana o limón están presentes en las parafarmacias de El Corte Inglés (100) desde 2008. Poco después empezaron a venderse en herbolarios y tiendas de salud (15.000) y en todas las farmacias españolas a través de las empresas de distribución farmacéutica Cofares (14.000) y Eurolab Farma (6.000). Esta última reconoce haber distribuido aproximadamente unas 200.000 unidades desde que hace dos años recibiera los primeros pedidos.
En la actualidad, los artículos de Cigar-Clean también pueden adquirirse en cadenas de perfumería como Bodybell y Juteco, en tiendas Vips y Opencor y, próximamente, se podrán encontrar en las gasolineras de Repsol a precios que rondan los 10 euros para el modelo desechable y que oscilan de los 50 a los 80 euros para los kit con pitillera y recambios.
Smoke Clean es otra de las empresas que ha entrado en el negocio del cigarro electrónico, "principalmente en farmacias en un 70% de los casos, aunque poco a poco estamos abriendo negocio en bares y restaurantes". Creada a principios de 2010, la filosofía de la marca responde a la necesidad de crear un nuevo modo de fumar que permita evitar todas las sustancias nocivas del tabaco. "Desde nuestros comienzos hemos contado con la ayuda de Asia Inspection, una empresa especializada en controles de calidad, auditorías de fábrica y test de laboratorio", confiesa Pedro Manuel García, director de Smoke Clean.
La compañía ofrece dos modelos: cigarrillos de usar y tirar, el equivalente a un paquete de cigarros tradicional a un precio de 12 euros, y un kit de inicio compuesto por una o dos baterías recargables, cinco cartomizadores, cargador USB, adaptador de corriente y manual de instrucciones por precios que oscilan entre los 41,95 a 59,95 euros.
Arkochim es la única marca de cigarrillo electrónico comercializado por un laboratorio farmacéutico, cuya venta es exclusiva de farmacias y parafarmacias desde julio de 2010. "Nos avalan muchos años trabajando en la industria y creo que ofrecemos la presentación más atractiva del mercado en nuestro único modelo, un dispositivo recargable con un precio de venta de 40 euros", comenta David Mora, del departamento de marketing.
Por su parte, Cigtronic es una de las pocas empresas españolas que sigue operando únicamente a través de internet. "En el mercado existen infinidad de ofertas, no todas de una gran eficacia. Nosotros ofrecemos el modelo estrella, con un tamaño prácticamente igual al de un cigarro convencional y del que damos una garantía real de un año, extensible a tres si el usuario es consumidor regular de cartuchos", reconoce Carlos Barneda, responsable de la empresa.
Recientemente, la firma ha incorporado un nuevo modelo de usar y tirar por 9,95 euros, "ideal para todas aquellas personas que desean probarlo sin necesidad de efectuar la compra del kit completo, que en nuestro caso se vende a 49,95 y 45,95 euros". Desde Cigtronic aseguran no querer engañar a nadie y, muestra de ello, "ofrecemos la garantía global de satisfecho o reembolsado durante un periodo de prueba de 15 días", concluye.