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Para no perjudicar a los contribuyentes

El jefe de la comisión británica de banca se opone al rescate indiscriminado

John Vickers, jefe de la Comisión Independiente sobre Banca, creada por el Gobierno británico, afirmó hoy en Londres que hay que permitir que un banco pueda quebrar sin que tenga que ser necesariamente rescatado con dinero público.

En un discurso en la London Business School, Vickers explicó que no deberían ser los contribuyentes quienes, como ocurrió en la reciente crisis, tuviesen que proveer al sector con "una generosa red de seguridad".

Según Vickers, la mayoría de los clientes dependen de los bancos para una serie de servicios financieros vitales, por lo que "es un imperativo económico, social y económico impedir que se perturbe la provisión continuada de tales servicios".

"La tarea consiste en buscar formas mejores de garantizarlo si es posible y dejando que instituciones financieras individuales puedan quebrar" llegado el caso sin poner en peligro a todo el sistema.

"En última instancia hay que asumir los riesgos y en un sistema de mercado, no debería ser el contribuyente quien tuviese que asumirlos mediante la provisión de una generosa red de seguridad", agregó.

La Comisión Independiente sobre Banca, nombrada por el Gobierno británico, está analizando temas como la estabilidad financiera y la competencia, incluida la cuestión sobre qué hacer con los bancos considerados demasiado grandes como para dejar que quiebren.

Una de las recomendaciones es separar bancos de inversión y bancos comerciales, de forma que el dinero de los titulares de cuentas no peligre por culpa de las maniobras especulativas de las divisiones de los primeros.

A raíz de la última crisis bancaria, el anterior gobierno laborista británico rescató con dinero público al Royal Bank of Scotland y al Lloyds Banking Group por considerar que permitir su quiebra podría poner en peligro al conjunto del sistema financiero del país.

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