La CMT insta a Industria a retrasar aún más el inicio de la banda ancha universal
Industria prometió que la banda ancha sería un derecho universal desde el pasado 1 de enero. No ha sido así y el ministerio ha admitido que puede tomar un año más. Pero la CMT cree que el periodo tendría que ser más largo incluso, con el objetivo de que las prisas no alteren la calidad que requiere el proceso.
Incluir la banda ancha a un mega dentro de las obligaciones que tienen las operadoras de dar servicio universal en el territorio español es un paso muy importante para la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Por eso, el regulador considera que el proceso tiene que hacerse de manera ordenada y reglamentada, de forma que las compañías tengan toda la información posible para decidir si se presentan o no al concurso para ser las prestadoras del servicio y no dejarlo solo en manos de Telefónica.
Así se lo ha comunicado la CMT al Ministerio de Industria en el informe que ha realizado para valorar la decisión gubernamental de ampliar un año la designación de Telefónica como prestadora del servicio universal de telefonía porque considera que ése es el plazo que necesitará para incluir la banda ancha entre los derechos universales. En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, el regulador señala que "no parece razonable que el problema pueda ser resuelto con la simple prórroga de un año".
La explicación de la CMT es simple: "La decisión de inclusión de nuevas prestaciones está sujeta a procesos legislativos en curso o que se iniciarán a lo largo del año 2011, y cuya finalización no se puede ahora anticipar. Más bien esta comisión considera que los lapsos temporales de la prorroga deberían establecerse a partir del momento en el que la definición del nuevo perímetro del servicio universal estuviera completada".
Fuera de polémicas
La opinión de la CMT se queda al margen de promesas gubernamentales. El regulador no entra a valorar que el nuevo plazo del Ministerio de Industria supone retrasar un año la promesa de que todos los españoles tengan acceso a la banda ancha a un mega vivan donde vivan. Lo único que apunta la CMT es que la decisión es compleja y que debe hacerse bien. Para ello, se necesita más tiempo, apunta.
La crítica de la CMT se centra en el proceso de convocatoria de las licitaciones para ofrecer el servicio universal.
Industria ha establecido que las licitaciones se convocarán un máximo de tres meses después de que esté listo el nuevo reglamento del servicio universal que incluirá la banda ancha.
"En ese sentido, esta comisión considera que ese plazo es insuficiente para conformar una licitación que sea realmente competitiva y abierta a operadores distintos al incumbente", dice el informe.
La CMT considera necesario que se haga una consulta pública entre los involucrados. Con las respuestas en la mano, es vital que el nuevo marco defina e informe sobre "los ámbitos territoriales adecuados, los paquetes de servicios, y la previsible demanda en base a un precio asequible definido". Sin ello, "ningún operador podría decidirse a licitar". Y este proceso requiere "los correspondientes estudios previos y periodos de consulta posteriores", añade. La clave para que el proceso sea de calidad es que la licitación sea "realmente abierta", dice el regulador. Lo que significa que Telefónica no esté sola en el concurso y que otras operadoras tengan la posibilidad de rivalizar por el servicio universal de banda ancha.
Una de las informaciones imprescindibles para ello es saber si finalmente el Gobierno va a poner un precio máximo de lo que le puede costar a cada usuario la conexión a la banda ancha, una tarifa que resulta más relevante que la cuota mensual del servicio.