La Gran Recesión acelera el 'sorpasso' emergente
La toma del poder económico por parte de las grandes potencias emergentes llegará antes de lo previsto.
Según un informe bienal presentado ayer por la consultora PricewaterhouseCoopers, el producto interior bruto de las siete mayores economías emergentes (E-7) en términos de paridad de poder de compra (es decir, corregido de la incidencia de los tipos de cambio y los niveles de precios internos) superará a la de los miembros del G-7 en 2010. El impacto de la Gran Recesión, saldada con graves caídas de actividad en los países ricos y con una incidencia mucho menor entre potencias como India, China o Brasil, ha acelerado el cambio en el equilibrio de poderes global.
Según el informe, China superará a Estados Unidos como primera potencia económica mundial en términos de actividad tan pronto como en 2018, y la propia India desplazaría al país americano a mediados de siglo. Si se toma como referencia el PIB en términos de tipos de cambio de mercado, el desplazamiento de poderes se diferirá algunos años: China superaría a EE UU en 2035, y el E-7 alcanzaría al G-7 en 2040.
El potencial demográfico de los gigantes asiáticos explica su renovado dominio económico, según los autores: "Se trata de un regreso a la norma histórica anterior a la Revolución Industrial, que causó un cambio de poder con destino a Europa y Estados Unidos". Si se toma como medida el PIB per cápita (es decir, obviando el impacto poblacional sobre la actividad), el cambio de poderes será menor, pero también habrá un sensible impacto relativo. Así, la renta de cada ciudadano chino pasará de la décima parte de la de los estadounidenses a prácticamente la mitad a mediados de siglo.
Los autores destacan que el rápido crecimiento de los mercados de consumo en las principales economías emergentes, asociado al avance de las clases medias, generará grandes oportunidades para las empresas occidentales que puedan establecerse en los mismos.
Retroceso de España
La pérdida de poder económico por parte de los países más industrializados afecta también a España. Según las previsiones, el tamaño de su economía en términos relativos descendería desde el duodécimo puesto hasta el decimoctavo en 2050, después de un crecimiento medio anual del 1,9%. Caídas en el escalafón similares afectarán a grandes potencias europeas como Alemania (de cuarta a octava), todo ello en beneficio de países como Rusia, México, Brasil o Indonesia.
Visita en la cumbre
En este marco de previsiones, hoy inicia Hu Jintao, presidente chino, una visita a EE UU. Desde Washington se intentan limar las tensiones que existen entre ambos países y pasar de una estrategia de confrontación a una de cooperación. Pero la lista de agravios de la primera potencia frente al poder de china es larga en esta era de transición a un nuevo orden global e incluye, en términos económicos, las quejas de la falta de competencia para las empresas extranjeras y los problemas sobre la escasa protección de la propiedad intelectual.
En lugar preeminente figura la cuestión de la alta competitividad que logra China gracias a la manipulación artificial del valor de su moneda, algo que desde la Administración americana se ha intentado cambiar sin éxito por la vía diplomática pese a las promesas de Hu en ese sentido. En el Congreso, el lunes se introdujo una propuesta de legislación, por parte de senadores demócratas para investigar la manipulación de la divisa china con la idea de imponer sanciones tarifarias a las importaciones de ese país. El problema es que en esta cuestión Hu no hace más que culpar a la política monetaria de EE UU de influir en las cotizaciones del resto de divisas y Obama puede encontrarse como en el G-20, a la defensiva en vez de la ofensiva.
Las cifras
2020 será el ejercicio en el que la actividad económica de las siete mayores potencias emergentes superará al de las tradicionales del G-7.7 años le quedan a Estados Unidos como primera potencia económica mundial, según PwC. En 2018 su PIB sería superado por el de China.18 será la posición de la economía española en la clasificación global a mediados de siglo, según el informe, frente al actual puesto 12.