Seopan considera "inevitable" una reestructuración de la construcción
El presidente de la patronal de grandes constructoras Seopan, David Taguas, anuncia en el anuario de la organización que habrá próximos ajustes de empleo en el sector, así como una nueva oleada de reestructuración empresarial. Taguas critica el plan de ajuste del Gobierno y la aprobación de la Ley de Morosidad.
En España sobran constructoras de obra civil, muchas de ellas tienen insuficiente capitalización como para aguantar lo que queda de crisis y, en general, están soportando muy estrechos márgenes de rentabilidad sobre las ventas. El análisis está firmado por David Taguas, presidente del colectivo de grandes constructoras Seopan, quien ve en la reducción de costes la "única posibilidad" de supervivencia. Y eso, a su juicio, derivará en "ajustes adicionales de empleo en el sector" y en una reestructuración que debe ser "lo más ordenada y eficiente posible".
Un editorial de Taguas, con alta carga crítica, encabeza el anuario del colectivo empresarial que está empezando a distribuirse en estos primeros días de 2011. Algunas de sus opiniones chocan frontalmente tanto con las tesis que maneja el ministro de Fomento, José Blanco, así como con los argumentos de otras patronales de la construcción, entre ellas ANCI presidida por Jaime Lamo de Espinosa, y Aerco, que lidera Javier Sáenz Cosculluela.
Para Seopan, las consecuencias del ajuste presupuestario del Gobierno, con especial énfasis en la inversión en infraestructuras, y la entrada en juego de una Ley de Morosidad que rebaja el periodo de pago para las Administraciones Públicas de 60 a 30 días, constituyen "un doble shock de consecuencias devastadoras para el sector empresarial de la obra civil".
Las 72 primeras constructoras apenas convirtieron el 4% de sus ventas en beneficio en 2008
Efectos negativos
El representante de Seopan explica que los recortes de 2010 "se han consolidado en el Proyecto de Presupuestos del Estado de 2011, lo que implica una reducción de la demanda pública superior a 30.000 millones durante los próximos tres años". En el caso de la obra civil, las rescisiones de contratos y aplazamientos en licitaciones afectan negativamente al "crecimiento de la productividad y, por tanto, al de la economía en el medio plazo".
En cuanto a la Ley de Morosidad, Seopan cree que motiva un "shock de oferta negativo que se magnifica en el actual ambiente de reestructuraciones crediticias y de difícil acceso a la financiación de los mercados". David Taguas, ex asesor económico en Moncloa, recuerda que la anterior normativa ya era incumplida sistemáticamente por las Administraciones Públicas pese a que tenían hasta 60 días para pagar a sus proveedores. Ahora, con 30 días, "es difícilmente previsible que pueda cumplirse la Ley de Morosidad". Desde Seopan se subraya que en 2008 el periodo promedio de pago de las Administraciones a las principales constructoras fue de 157 días (248 días en el caso de los Ayuntamientos).
El artículo argumenta que la composición del tejido español de la construcción es incomparable con el de cualquier otra economía industrializada. El excesivo número de empresas responde, a juicio del presidente de Seopan, a "la elevada demanda durante las últimas décadas y a la estructura del Estado".
En cuanto al menguante pastel en juego, en el editorial se señala que en 2008 el beneficio neto de las 72 primeras constructoras del país "apenas representó el 4% de la cifra de negocio". Ello hace que "coexistan grandes empresas fuertemente capitalizadas que han afrontado con éxito los retos de la internacionalización y la diversificación, y medianas y pequeñas que tienen una capitalización reducida, parcialmente como consecuencia de la escasa rentabilidad de capital".
En el capítulo de peticiones, Taguas destaca el impulso del Plan Extraordinario de Infraestructuras y la necesidad de un nuevo marco normativo para el sector concesional.
Un colectivo que factura 59.265 millones
El grupo de 52 constructoras que destaca Seopan en su anuario -a pesar de que algunas de ellas pertenecen a ANCI y a Aerco- ha cerrado sus últimas cuentas sumando una facturación de 59.265 millones de euros, gran parte de ello debido a la presencia de las cotizadas ACS, FCC, Acciona, Sacyr, Ferrovial y OHL (ver infografía).Pero al margen de los gigantes, destaca el peso de la clase media de Seopan y ANCI. A la vista de los datos aportados en el anuario de El Monitor, Isolux Corsán culmina 2010 con 3.019 millones de facturación y un Ebitda de 255 millones.Comsa Emte, tras la fusión protagonizada por ambas el año pasado, ocupa el octavo lugar del ranking de la construcción por ventas. La cifra de negocios en 2009, última declarada por la empresa, se coloca en 2.083 millones, de los que 273 millones fueron cosechados fuera de España. Su plantilla alcanza en la actualidad 9.100 personas.Aldesa, primera de las constructoras de ANCI, roza los 1.000 millones de euros, con una estimación para el cierre del ejercicio 2010 de 930 millones. Su resultado bruto de explotación (Ebitda) rondará los 100 millones y la nómina de empleados alcanza las 3.278 personas.Vías, como Dragados, firma del grupo ACS, es la décima compañía de la construcción en España. Su facturación en 2009 fue de 902 millones, de lo que surgió un beneficio neto de 30,7 millones de euros. A partir de ahí, aparecen referencias que han tenido gran protagonismo en 2010 por su peso en las adjudicaciones de Fomento. Copisa, Copcisa, Copasa o Azvi figuran entre las 25 primeras contratistas del Ministerio que lidera José Blanco en un ejercicio marcado por las rescisiones y aplazamientos de contratos.