El regulador de la Bolsa de París estudiará la estrategia de Hermès para frenar a LVMH
Los reguladores de la Bolsa francesa van a considerar mañana jueves si la familia Hermès se ha ajustado a la legalidad al crear un holding para frenar el desembarco en su capital del gigante del lujo Moët Hennes y Louis Vuitton (LVMH) o si debería haber presentado una oferta para hacerse con la totalidad del capital.
La familia Hermès lleva meses tratando de buscar el modo más adecuado de frenar a LVMH que ya controla el 20% del capital del fabricante de los bolsos Birkin gracias fundamentalmente a la compra de derivados. Finalmente, la familia optó por la creación del holding a través del que se garantizaría la gestión de una participación superior al 50%, pese a que la familia eleva su control sobre Hermès hasta el 73%. Así con el holding agruparía las participaciones de la mayoría de los integrantes del clan y si alguno de los miembros de la familia decide poner a la venta sus títulos, tendría derecho de compra preferente y evitaría que LVMH aprovechara para elevar su participación.
Según fuentes próximas a la compañía, legalmente si un accionista de referencia que posea más del 33% del accionariado llega a un pacto para agrupar sus títulos o emplea para ello un holding debería lanzar una oferta de compra por el 100% de la sociedad. Sin embargo, bajo las actuales circunstancias, el regulador de la Bolsa francesa, AMF, podría dar su visto bueno a la estrategia del clan galo.
Una decisión que puede conocerse mañana jueves, cuando se reúnen los 16 miembros de la AMF, aunque podrían posponer el acuerdo a futuras reuniones, por ejemplo en caso de que requieran más información a las partes implicadas. De ser así, la decisión podría retrasarse más de 15 días. Por el momento, la AMF ni confirma ni desmiente si el futuro de Hermès se tratará en próximas reuniones.
En un primer momento, los fundadores de Hermès trataron de llegar a un acuerdo con Bernard Arnault, el presidente del gigante del lujo LVMH, que en los últimos años se ha convertido en uno de los principales operadores del sector en lo que a compras se refiere.
Una actitud de aproximación que se produjo a pesar de que LVMH no cuenta con el beneplácito de su participada a la que ha criticado sobre todo las formas, es decir, la compra de derivados como vehículo para gestar la operación. La asociación de accionistas minoritarios francesa también ha manifestado su oposición al movimiento de LVMH.